Durante la temporada estival, los propietarios del establecimiento solían alquilar unas carpas para poder disponer de un espacio exterior donde dar servicio a sus clientes de terraza y, a su vez, aumentar la capacidad disponible en las celebraciones y banquetes. Gracias al rendimiento obtenido con esta solución, y con vistas al futuro, este año se ha decidido invertir en una instalación más consistente, que se puede usar todo el año, ofreciendo un valor añadido al establecimiento.
Se trata de una estructura de 100 metros cuadrados adosada al porche del restaurante. Todo el perímetro de la terraza está rodeado por un cerramiento tipo ‘cortina de cristal’ que se puede abrir y cerrar totalmente a través de un sistema de carriles. Estas ‘paredes’ de vidrio blindado se pueden apilar en unos centímetros según las necesidades. De este modo es posible mantener la agradable sensación de estar en el exterior.
Un techo de vidrio de seguridad motorizado cierra la estructura, que se complementa con un toldo palillero que protege a los usuarios del sol y del calor, además de vestir la estancia para hacerla más acogedora.
Por último la combinación del sistema de calefacción halógena de onda corta Varma (calor instantáneo y directo) y un novedoso sistema de calderas de pellets (aire caliente con atractivo ‘efecto chimenea’) permite calentar este amplio espacio por menos de un euro de consumo por hora de funcionamiento.
El resultado: una instalación atractiva, versátil, eficiente y rentable, que actúa como extensión del interior del local y que da servicio de terraza todo el año con garantías y sin el riesgo de verse afectado por la climatología.