El retiro de Pancar (Asturias)
Al frente del restaurante familiar, Ricardo González Sostres, destaca por su capacidad para armonizar la cocina tradicional (croquetas de cecina y queso, fabada, pitu de caleya, arroz con leche) con platos más personales que viran hacia la modernidad (salmonete con caldo de sus espinas y tosta de sus higaditos, crema de maíz). Cocina contemporánea, inconformista y de proximidad.
Regueiro (Asturias)
Diego Fernández, forjado en las cocinas de Casa Gerardo y Casa Marcial, se ha hecho fuerte en un hotelito de veraneo del occidente astur. La brillantez con la que ejecuta alguno de sus platos, como el foie-gras asado con jugo de cocido y verduritas, evidencia que es capaz de imprimir carácter a lo que hace. Cocina poco efectista en la que destaca la esencia de cada producto.
Montia (Madrid)
Daniel Ochoa y Luis Moreno elaboran una cocina desenfadada, moderadamente creativa y basada en los productos del entorno: panes de Río Pradillo, mantequilla La Colmenareña, carnes de Jiménez Barbero, quesos de la sierra madrileña… Auténtica cocina de mercado: no hay carta de platos, ni lista de bodega; sólo dos menús, de precio moderado, que se armonizan con vinos muy bien elegidos.
Mas de Torrent (Gerona)
El valenciano Jordi Garrido ha encontrado su lugar en el Ampurdán. Apuesta por los productos de calidad y trabaja con los productores locales para llevar a delante una propuesta donde la estacionalidad marca la carta. Platos francos, sencillos, rotundos, que reivindican el sabor y el arraigo a la tierra.
Kaymus (Valencia)
Nacho Romero atesora una dilatada trayectoria cuyo poso se percibe en su restaurante valenciano. Una sofisticada puesta en escena que contrasta con la cocina, desprovista de artificios, que se muestra refinadamente sencilla. Recetas de alma mediterránea y apariencia contemporánea. Las especialidades de este cocinero son los arroces (secos o melosos) y los guisos.
Santi Taura (Mallorca)
Cocina joven, mediterránea, ligera y moderna, que hunde sus raíces en los sabores de la isla. El gran mérito de Taura es su inquietud por poner al día el recetario balear y revalorizar el acervo culinario de las islas. En cada servicio el propio cocinero recorre la sala explicando la selección de ingredientes y platos. Recetas sencillas y refinadas con chispa.