Según ha informado el consistorio, está previsto que Barcelona apruebe una normativa que regule la actividad de los pisos turísticos durante el próximo medio año, si bien se desconoce si su objetivo será el de perpetuar la prohibición de apertura de nuevos alojamientos en la zonas más concurridas de la ciudad, o permitirá su existencia con la condición de que sólo se utilicen para el fin turístico y no incluyan viviendas privadas.
“Es una pena anteponer el bien de los hoteles a lo que demanda la sociedad y los viajeros”, lamenta el CEO de la plataforma online para el alquiler de este tipo de establecimientos turísticos, Alterkeys, Chema González.
La prohibición de nuevas licencias de pisos para uso turístico se lleva a cabo después de un notable crecimiento de la oferta en los últimos años. En 2012 esta tendencia vivió un crecimiento exponencial, cuando el ayuntamiento concedió 2.047 nuevas licencias, a las que se sumaron las 2.317 concedidas en 2013. Hoy en día Barcelona cuenta con 7.480 pisos turísticos.
“A diferencia de lo que ocurre en otros países, en los que sí se fomenta este tipo de turismo y se controla con una regulación clara y transparente, en España no, por lo que muchos viajeros dejarán de venir y de los que vengan, un gran número estará en condiciones irregulares”, señala González, quien hace un llamamiento al sector diciendo que “no podemos taparnos los ojos ante la realidad, sino tomar medidas justas para todos”.