Servicio, atención con discreción y buen ambiente marcan la diferencia entre una terraza ‘de moda’ y aquella que sufre la indiferencia del cliente que anhela redescubrir nuevos espacios.
El reclamo de situarse en lo alto de un edificio parece ser uno de los de mayor atractivo, de ahí la proliferación de espacios como el ‘270 Grados’, situado en la décima planta del hotel Barceló Valencia (Avenida de Francia, 11), cuyo original nombre indica los grados de observación que permite su forma en ‘L’. Ubicada en las alturas desde donde se observa el ‘skyline’ valenciano, esta terraza abre únicamente en horario nocturno –hasta las 02:00 a partir del 1 de junio–, ofrece especialidades asiáticas y cuenta con carta de bebidas, destilados, cócteles, cavas y champagnes. Además, puede alquilarse para fiestas privadas. Su diseño, obra del arquitecto del propio hotel, Francisco Mestre, también hace marca: el local muestra un estilo minimalista acorde con la música ‘chill out’ que coordina cada noche un DJ.
Ejemplos como éste se repiten a lo largo y ancho de nuestra geografía, pero más allá de su localización y oferta gastronómica diferente, sólo si reúnen unas características especiales serán capaces de convertirse en el destino imprescindible. La primera será elegir el acondicionamiento perfecto para su uso.
Estética y resistencia para no resbalar
En el momento de adecuar los exteriores, la elección del pavimento adecuado es una de las fases más importantes, especialmente si se trata de recubrir terrazas o zonas húmedas sin descuidar el diseño. En este sentido, una opción resistente a la intemperie y de alto rendimiento mecánico son los pavimentos porcelánicos. Estos recubrimientos destacan por su nula porosidad y efecto antideslizante, siendo idóneos para superficies de alto tránsito y alrededores de piscinas.
Estéticamente, existen opciones para todos los gustos. En el caso de la nueva colección Jazz de Keraben, por ejemplo, la variedad cromática oscila desde tonalidades cálidas como el beige o el grafito, hasta matices más fríos como el blanco o el gris.
La piedra acrílica HI-Macs de LG Hausys es otra superficie que permite nuevas posibilidades en este tipo de espacios. Es un material robusto, moldeable y sin juntas visibles, por lo que se adapta a cualquier requerimiento decorativo, pudiendo ser utilizado como el revestimiento, para crear vasos de piscina, mobiliario...
Está compuesto de acrílico, minerales naturales y pigmentos que se unen para proporcionar una superficie lisa, no porosa, que cumple los requisitos de funcionalidad e higiene requeridos en las terrazas: no absorbe la humedad, es resistente a las manchas, fácil de limpiar, mantener y reparar. En este caso, las tonalidades son infinitas.
Espacios íntimos y confortables
Contar con reservados exteriores de ‘look’ discreto y acogedor es otra de las bazas que jugarán a favor de una terraza. Para lograr este ambiente íntimo, destacan los tejidos de alta resistencia al sol –con la incorporación de nuevos filtros UV–, textiles compuestos por hasta un 50% de fibras recicladas o los suelos fabricados con hilos de vinilo más resistentes y fáciles de limpiar.
Un ejemplo de cómo sacar partido de sus posibilidades es el Hotel Park Royal, en el corazón Singapur, que pone a disposición de clientes y ajenos más de 15.000 metros cuadrados de patios ajardinados. El espacio se divide en varias áreas semi-privadas –opacas desde el exterior– diseñadas por el estudio de arquitectura Woha.
Estas estructuras hacen más agradable la visita de los clientes que acuden a esta terraza a relajarse: el tejido con el que se revisten (Sunvision de Dickson) proporciona una óptima protección contra el sol y el calor; mientras que los cojines se forran con una tela ultra-resistente a la intemperie (Sunbrella, de la misma marca). La original idea permitió al Park Royal ganar el Premio de Platino Mark Green BCA, único en su clase para el mercado de hoteles de lujo.