Los locales cuya oferta está integrada por pizzas, hamburguesas y bocadillos, así como los establecimientos más gastro centrados en otras especialidades son los que más han crecido en el último año. Según el último informe de DBK, son ya más de 860 que se embolsan en conjunto 310 millones de euros, un 8% más que hace un año.
El estudio de la analista de mercados afirma que si bien el negocio de los establecimientos de comida rápida y a domicilio experimentó una moderada recuperación en 2014, "gracias al crecimiento del consumo privado y en particular del gasto en turismo y ocio", con 2.735 millones de euros ingresados (+0,9% respecto al año anterior), el flujo de clientes en hamburgueserías y pizzerías no es lo que era. Las primeras (1.205 locales) han reducido su facturación un 0,3% hasta los 1.440 millones de euros, mientras que las piezzerías han frenado su caída –llevan cinco años a pique– con una facturación de 460 millones (-0,6%).
El segmento de bocadillerías, por su parte, se mantuvo en 2014 como el que está integrado por un mayor número de locales, con 1.255 establecimientos, unos 35 más que al cierre de un año antes. Su ventas aumentaron un 1,9% hasta los 525 millones de euros.
Otro tipo de establecimientos que también presentan mejores datos son las las enseñas en franquicia, que aumentaron un 3,5% en 2014, alzancando una participación del 70% del mercado total.
Con todo, desde DBK estiman un crecimiento general del sector a corto plazo, con un aumento del volumen de negocio de entre el 2 y el 3% hasta 2016, superando los 2.850 millones de euros en el último año.