A no ser que se cuente con un proyecto ya consolidado y popular, como puede ser el caso de Koldo Royo, chef con estrella Michelin pionero en España en el negocio o la furgoneta japonesa del restaurante Kabuki (con estrella Michelin en sus dos sedes de Madrid), la mayoría acude a asesores que ofrecen la garantía de que los vehículos cumplen todos los requisitos legales.
“Alucinamos con la desinformación y las ilegalidades que se llevan a cabo en algunos eventos donde el 90% de las foodtrucks participantes no cumple las normativas”, advierte el CEO de The Food Trucks Club, Antonio Larrea.
“Hacerlo es muy fácil, –añade– basta con cumplir las normativas de sanidad e higiene que afectan a la restauración, y las de la industria en cuanto a montaje y homologación”.
Además de su propio ‘catálogo’ de vehículos, desde esta empresa ofrecen servicio jurídico, cuentan con seguro propio y no sólo ayudan al emprendedor a elegir entre la compra o el alquiler, cómo amortizar la inversión o incluso dar visibilidad a su caravana en redes sociales e Internet, sino que también son los encargados de organizar las quedadas o ‘street food show’ en dónde haya más demanda. En este caso, “los precios dependen de muchos factores: ciudad, evento programado…, el rango va de los 9.000 a los 150.000 euros”, señala Larrea.
El caso de Street Trucks nos pone sobre aviso de la repercusión de este tipo de iniciativas en el negocio de la restauración. “Somos capaces de movilizar 20 de nuestros food trucks de golpe”, destaca su director, Patricio Bustamante. En tan sólo un año –la empresa nació en enero de 2015–, se ha hecho con “la mayor flota de España”, con un total de 100 vehículos, más de 50 disponibles y otros tantos en transformación.
La experiencia del grupo en restauración les precede. Bustamante ha dirigido varias empresas de fast food durante los últimos 15 años, y algo más de tiempo ha dedicado a la producción de eventos y espectáculos. “Ofrecemos a nuestros clientes vehículos llave en mano, eventos a los que asistir, asesoramiento de imagen, gastronómico...”. Con todo ya decidido, tan sólo queda ponerse en ruta.
Desde 400 euros es posible aparcar un fin de semana en un street market, aunque si se requiere mucha parafernalia para cocinar el precio por participar llega a los 2.000 euros. Si sale bien el negocio, Street Trucks firma acuerdos anuales que le permiten al cliente reducir su riesgo de inversión y asegurase un numero de eventos suficiente para rentabilizar su alquiler.
¿Quieres participar en un evento?
En el último año han empezado a surgir empresas encargadas de organizar los eventos que concentran en algún punto de la ciudad a un buen número de food trucks. Se suelen encargar de todo: desde ayudar al que empieza desde cero hasta buscar proveedores, seleccionar las propuestas, cerrar fechas y disponer de toda la parafernalia para que la concentración sea un éxito. No hay que perderles la pista:
Nace en el otoño de 2014 de la mano de un equipo de gestores integrales capitaneados por Antonio Larrea, experto en marketing y con más de 20 años de experiencia en hostelería, y Félix Herrera, con más de 30 años de experiencia en comunicación y eventos.
En dos años –se creó en 2013 como plataforma de promoción gastronómica– ha evolucionado hacia un servicio global que va desde la parte más creativa a la elaboración de propuestas gastronómicas, producción de eventos y comunicación y marketing.
Grupo empresarial proveniente de la industria de la restauración, donde se han dedicado durante más de 20 años a la producción de eventos y espectáculos. Cuentan con cinco delegaciones por todo España y un equipo multidisciplinar.
La próxima semana analizaremos la lucha de los negocios food truck por instalarse en la calle