“Hemos concluido la vendimia en todos nuestros viñedos y denominaciones, y la valoración es muy positiva, con uva de gran calidad y buenas expectativas en los vinos que elaboraremos fruto de esta cosecha”, asegura el director de Desarrollo de Pernord Ricard, Francisco Soler.
En Rioja, la vendimia iniciada el 29 de agosto y finalizada el 26 de octubre ha sido “larga y perfecta para vendimiar a la carta. La climatología favorable por la ausencia de lluvias y unas temperaturas suaves han permitido vendimiar de una forma selectiva y sin riesgos. Ha sido un año noble en el aspecto sanitario”, afirma Soler.
En Rueda la cosecha comenzó en fechas habituales, el 12 se septiembre, en la fase media-avanzada de maduración. Las lluvias han sido algo inferiores a lo normal y han estado acompañadas por unas temperaturas máximas muy altas. “Las lluvias de septiembre pusieron el nivel cualitativo del viñedo en una posición positiva para los viñedos equilibrados, permitiendo una maduración escalonada y pudiendo recoger la uva conforme alcanzaba un grado de maduración óptimo”, destaca.
En el caso de Ribera del Duero, la evolución del ciclo ha llevado a que las fechas de vendimia hayan sido parecidas a años anteriores, permitiendo seleccionar y priorizar la recogida de viñedos. Según Soler, destaca “el alto grado de equilibrio entre la producción y la vegetación que nos ha dado como resultado una producción de uvas alta y de excelente calidad”.
Navarra ha sido la zona en la que la climatología ha seguido los patrones termopluviométricos característicos de la zona. La entrada de uva en bodega se inició el 21 de septiembre y se ha prolongado en el tiempo resultando una vendimia larga. “Las lluvias han sido normales en cantidad y en la estacionalidad en la que han tenido lugar. Por su parte, la fecha de maduración de la zona ha sufrido una semana de retraso con respecto el año pasado”.