La climatización puede llegar a suponer el 30% de la factura energética de los hoteles, según el Instituto Técnico Hotelero (ITH). Un gasto que, según Danosa, se puede reducir "abrigando la fachada".
La especialista en soluciones integrales para la construcción sostenible señala que los hoteles pueden ahorrar dos tercios de lo que gastan en energía gracias al aislamiento térmico.
Ahora los nuevos sistemas permiten poner esa protección térmica desde el exterior del edificio. En concreto, con la entrada en vigor del nuevo Código Técnico de Edificación (CTE) en 2013, se empezaron a impulsar los Sistemas de Aislamiento Térmico por el Exterior (SATE), que permiten aislar el edificio por la fachada y no solo reducen el gasto energético, sino también las emisiones de gases de efecto invernadero (el aislamiento térmico reduce las emisiones de CO2 a la atmósfera).
La importancia de la etiqueta energética
La situación ambiental actual se ha convertido en una preocupación para los consumidores, que cada vez apuestan más por productos y servicios que dañen lo menos posible al entorno. Por ello, no extraña que el 30% de las personas que viajan por motivos de negocios elijan hoteles respetuosos con el medio ambiente para alojarse.
Los establecimientos hoteleros siempre han dejado claro que sus servicios cuentan con certificados de calidad, como puede verse en fachadas, baños, habitaciones o restaurantes hoteleros. Y la sostenibilidad también tiene su propia ‘etiqueta de calidad’. Se trata de la Declaración Ambiental de Producto (DAP), la máxima certificación ambiental, que garantiza que una solución o sistema constructivo aporta información transparente y comparable sobre sus características medioambientales.
Las planchas de aislamiento térmico de Danosa recibieron recientemente esta certificación, ya que no emiten ningún gas de efecto invernadero durante la vida útil del edificio en el que se instalan. Al contrario, lo que hace este sistema es minimizar el intercambio energético entre el interior y el exterior, de modo que el edificio consume menos energía y emite menos gases asociados a la combustión para la climatización.
"Y lo más importante: el orden de magnitud de reducción de emisiones de CO2 conseguido con Danopren es dos veces superior a las emisiones asociadas al ciclo de vida reflejado en la propia DAP. Es decir, ahorra energía como mínimo en más de 100 veces a la empleada durante el proceso de fabricación del producto", añade la firma.
Además, cuando hablamos de sostenibilidad nos estamos refiriendo a algo que “se sostiene en el tiempo”, y en el caso de esta solución constructiva sus prestaciones térmicas tienen una durabilidad ligada a la propia vida del edificio.