Aunque Drinktec ya ofrecía tecnologías para la industria del vino, se hacía necesaria una ampliación de la representación de expositores dirigidos a este sector debido al mayor crecimiento de visitantes de los segmentos del vino, el vino espumoso y las bebidas espirituosas. En 2013, este segmento ya representó el 16% de los visitantes , lo que supuso una cifra de más de 10.000 profesionales y un incremento del 83 % con respecto a 2009. "Y gracias a SIMEI podremos incrementar significativamente la cuota de visitantes de la industria del vino", asegura Petra Westphal, directora de drinktec 2017.
Sobre una superficie de exposición de 20.000 metros cuadrados definida como "SIMEI@drinktec" (pabellones C2 y C3 de la feria de Múnich) los fabricantes presentarán en todo tipo de tecnologías y equipos para la elaboración y el tratamiento del vino, así como soluciones de envases.
Además, "Los productores de vino de todo el mundo tienen en drinktec la oportunidad única de ver el panorama general y de informarse sobre las innovaciones en otras industrias como las de la cerveza o de bebidas alcohólicas, apuntan desde la organización.
Con la mirada puesta en la gestión del alcohol
Entre las tecnológicas que se están desarrollando en el ámbito de los vinos, destaca la preocupación por reducir el alcohol de esta bebida. "Entre otras cosas, creo que buscarán formas de producir vinos con menos alcohol," predice Prof. Monika Christmann, directora del Instituto de Enología de la Universidad de Geisenheim.
Esta tendencia se justifica por "los efectos del cambio climático", que se traducen en vinos blancos con cada vez más alcohol pero menos acidez y componentes aromáticos más complejos (se pone el ejemplo del Riesling alemán) o los vinso espumosos, que tras una segunda fermentación alcanzan un 15 o un 16 % de alcohol. "Cada vez hay más consumidores para los que este grado de alcohol es demasiado", mantienen desde la feria.
Para reducir la graduación alcohólica, los viticultores separan el azúcar del mosto antes de la fermentación o eliminan el alcohol del vino fabricado. "Existen procesos de membrana relativamente nuevos y autorizados también en Alemania para reducir la mayor parte del azúcar", afirma Prof. Christmann. Se dispone de procesos probados térmicos o de membrana para separar el alcohol después de la fermentación. Con una limitación: "En Alemania, solo es posible reducir el alcohol existente hasta un 20 %. Solo entonces puede comercializarse el vino original como vino", dice Prof. Christmann.
Una alternativa es el vino o el vino espumoso sin alcohol, que está ganando terreno de forma similar a la cerveza sin alcohol. Pero los enólogos también pueden optar por ofrecer bebidas mezcladas con vino, que gozan de una creciente popularidad por contener menos alcohol.
Otras prácticas como la eliminación del tricloroanisol y el tribromoanisol, responsables del desagradable "sabor a corcho" a partir capas filtrantes, sob objeto de investigación abiertos es la búsqueda de nuevos productos engofados a la dieta vegana. Como también reconsiderar clásicos de origen animal como la gelatina, la ictiocola y la cola de caseína en la elaboración de vinos. En drinktec 2017 podrán verse las alternativas veganas a todos estos productos.
Diversidad de envases
En lo que respecta a los envases, la búsqueda del cierre óptimo de una botella de vino ya no contempla solamente el corcho, el plástico, el vidrio, la chapa o la rosca. Ahora no es uno u otro, sino tanto uno como otro. La tendencia hacia la diversidad según el uso previsto prosigue en el envase. "Bag in Box" o bolsa en caja ya se ha extendido y es cada vez más popular. Además, el vino se embotella también en envases de PET; se están probando sobre todo en las líneas aéreas, donde el ahorro de peso en comparación con la botella de vidrio desempeña un importante papel.
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