A la hora de elegir los textiles, cada detalle debe ser cuidado especialmente a la hora de vestir una mesa y lograr así una armonía con el conjunto de la decoración.
Los manteles blancos o crudos son una de las opciones más acertadas, ya que aportan luminosidad en un ambiente exterior. Además, ayudan a destacar el resto de elementos que viste la mesa. El lino añade un plus de elegancia que siempre triunfa en cualquier evento y que se puede combinar con vajillas de diferentes colores, más o menos llamativos, en función de la filosofía de la celebración.
Asimismo, los manteles de colores más vivos son tendencia, por lo que, en este caso, lo ideal es escoger una vajilla y servilletas en colores neutros. Esta opción, aunque más arriesgada, aporta un grado de diferenciación respecto a otros acontecimientos.
Disposición de los textiles
En este punto hay que diferenciar entre mantel y cubremantel. En las mesas de los eventos, el mantel alcanza el suelo, cubriendo toda la mesa o, en su defecto, se puede colocar un faldón que ocupe todo el perímetro y que también llegue hasta abajo. En ambos casos, se debe incorporar un cubremantel, que ocupa la superficie total de la mesa y cuelga entre un cuarto y un tercio de la distancia total del borde y hasta el piso.
Un artículo muy demandado son los caminos de mesa, bien monocolores, bien con estampados, para poner un punto original, sobre todo en mesas largas. Se pueden colocar delimitando a los comensales o en el centro de la mesa, jugando incluso con los diseños que se hayan escogido.
Otros elementos
Las mesas altas que sirven de apoyo son cada vez más comunes en una celebración al aire libre. De hecho, la tendencia indica que deben vestirse con un mantel elástico ajustable o con uno que vaya atado con un lazo y en consonancia con los textiles de la mesa principal.
Por otro lado, un detalle que no se puede pasar por alto son las fundas de las sillas, pues resultan indispensables para terminar de vestir el ambiente. Aquí la particularidad reside en las cintas de colores o, incluso, en la creativa disposición de las telas. De esta forma, se ayuda a envolver el respaldo, ofreciendo así un efecto elegante a la vez que original en la decoración. El tul, la organza o la rafia son materiales idóneos para dar esa pincelada sofisticada a los lazos de las sillas.
El resto de elementos que compone una mesa, como centros o forma de doblar las servilletas, puede realizarse según la temática del evento, ya que existen multitud de posibilidades para darle ese toque único y chic. De todas formas, las flores no deben faltar en la mesa de un evento que tiene lugar en el exterior, tanto si se ordenan encima del mantel como en cestas o jarrones.
Finalmente, el material auxiliar, como cubre-bandejas, posavasos, litos de los camareros o delantales, no pueden dejarse al margen, ya que se trata de elementos que se integran en el conjunto de la decoración del evento. Estos artículos deben seguir una coherencia. Por ejemplo, si la mantelería posee un detalle concreto, este podría aparecer en estos componentes.