El cocinero alemán y estilista culinario Max Faber, de erlenbacher, ofrece varios consejos a tener en cuenta en la decoración de un clásico postre como es la tarta de queso. Su propuesta incluye unas deliciosas ´gotas´ de ganache de chocolate dispuestas sobre el postre de una manera muy específica, ya que la creación de este solicitado “Drip Cake” es todo un arte.
Acabado "chorreante"
La ganache líquida de chocolate gotea abundantemente por todos los lados de la tarta. Para conseguir este efecto goteo, normalmente se pone la tarta entera en una placa giratoria y se aplica la ganache desde los bordes.
Pero también hay una forma más simple: en vez de toda la tarta, Max Faber se centra en los trozos individuales de la Tarta de Queso Cremoso de erlenbacher. “Cada porción de tarta se parte en tres trozos, y después se aplica la ganache en los bordes y se deja gotear. De esta forma, se consigue el famoso efecto “drip cake” sin placa giratoria alguna”, comenta el jefe de cocina alemán.
Para acompañar esta tarta de queso, Faber recomienda una compota de frutas del bosque, pistachos crujientes y hierbabuena, creando un bonito contraste y la combinación perfecta entre aromas.
La Tarta de Queso Cremoso de la Abuela se elabora con ingredientes de primera calidad y aromas naturales. No lleva ni conservantes o grasas y aceites hidrogenados. Tine un diámetro de 26 cm y un peso de 2,5 kg.
Esta tendencia también se puede adaptar muy facilmente al catering o a la restauración colectiva.