El Plan de Colaboración para la Mejora de la Composición de los Alimentos y Bebidas (2017 – 2020), que suma más de 180 medidas concretas, cuenta con la participación de los sectores distribución, la restauración moderna, la distribución automática (vending) y la restauración social, que ofrecerán menús o comidas más saludables.
En el caso de los comedores en colegios y hospitales, por ejemplo, se priorizarán los paltos cocinados a la plancha, las carnes magras frente a otras, se reducirán los productos precocinados o fritos, y se ofrecerán más legumbres, pescados, verduras y frutas de temporada.
El compromiso de la industria alimentaria supondrá la reformulación de más de 3.500 productos, una lista abierta de alimentos y bebidas que contemplan:
- aperitivos salados
- bebidas refrescantes
- bollería y pastelería
- cereales de desayuno
- cremas
- derivados cárnicos
- galletas
- helados
- néctares de frutas
- pan especial envasado
- platos preparados
- productos lácteos
- salsas
El objetivo del Ministerio de Sanidad, a través de la Agencia Española de Consumo Seguridad Alimentaria y Nutrición, y la industria alimentaria es reducir en tres años el 10% del contenido en azúcares añadidos, sal, grasas saturadas y trans de estos productos; sustituyendo algunos componentes por ingredientes que no eleven el contenido calórico.
En la misma línea, se fomentará la investifación y el desarrollo de productos en esta línea; impulsar las buenas prácticas en el sector e implementar medidas que ayuden a mejorar nutricionalmenete el conjunto de la dieta. “La iniciativa responde a la voluntad de una industria responsable, pendiente de los consumidores, que trabaja y realiza grandes esfuerzos desde hace años para mejorar la composición de sus productos desde la autorregulación del sector”, ha asegurado Tomás Pascual Gómez-Cuétara, presidente de FIAB, en la presentación de la iniciativa.
Desde esta federación advierten que "no todos los productos pueden ser reformulados" por cuestiones tecnológicas, legales, de seguridad alimentaria, "así como por los condicionantes en cuanto a sus propias características y propiedades organolépticas".
La implementación de este tipo de medidas es un paso más en el compromiso de la industria con la salud y las nuevas exigencias de los consumidores y un ejemplo de colaboración entre el sector privado -la FIAB- y el público -Ministerio de Sanidad-, que impulsan este Plan de reformulación de alimentos y bebidas en línea con las nuevas exigencias del consumidor y con las tendencias de la UE.
Al final de la noticia, descargar documento con el compromiso de la restauración moderna y restauración colectiva con el plan.