Los profesionales hoteleros cada vez demandan más las colecciones elaboradas a partir de fibras recicladas de la empresa de diseño textil española Carmela Martí. La compañía ofrece desde hace años esta propuesta con la que visten gran cantidad de establecimientos. De hecho, cuentan con varias colecciones para hoteles fabricadas con algodón reciclado y con fibras obtenidas de botellas de plástico y envases.
“Hemos demostrado que la innovación aporta este valor a la sociedad y a los profesionales, quienes nos vienen demostrando su satisfacción con este producto. Nuestra experiencia con los clientes es muy buena y ejemplo de ello es el aumento de demanda de este tipo de colecciones totalmente pensadas para el uso diario en los establecimientos. El sector hotelero cada vez está más concienciado con la sostenibilidad”, señalan desde Carmela Martí.
Las colecciones hechas a base de fibras recicladas visten habitaciones del Hotel Palmeral, en Benidorm, y el Hotel San Ramón del Somontano, en Huesca. “Esperamos que este camino que hace tiempo abrimos anime a otras empresas a apostar por desarrollar productos textiles que incluyan fibras recicladas y que ayuden a paliar el impacto en la naturaleza”, señalan desde la compañía.
Un tejido “responsable” hecho de algodón y plástico
El tejido utilizado para estas colecciones está compuesto de dos tipos de fibras, ambas 100% recicladas, que se entrelazan totalmente. Por un lado, el algodón reciclado que se produce a base de deshechos de este material, que se corta en pequeñas piezas de las cuales se produce la fibra de algodón. La segunda fibra utilizada es poliéster procedente de botellas de plástico y de envases, hechos a base de PET (tereftalato de polietileno). Estos plásticos en muchos casos proceden de deshechos encontrados en mares y océanos.
Respecto al algodón, cabe recordar que su reciclaje ahorra millones de litros de aguas anuales, dado que incluso el cultivo orgánico de esta planta requiere grandes cantidades de agua. Además, el reciclaje de tejidos reduce las emisiones de CO2, el gasto energético o el espacio necesario en vertederos para textiles.
El resultado es un “tejido de aspecto natural, con una textura suave y fresca que funciona tanto en ambientes de montaña como en playa”, señalan desde Carmela Martí.
Por su parte, los relieves geométricos de la colección siguen las tendencias actuales y producen un efecto desenfadado.
Asimismo, estos textiles cuentan con las certificaciones correspondientes que garantizan que Carmela Martí participa desde siempre en la economía circular a través de materiales y de procesos sostenibles.