El proyecto Ecorkwaste, coordinado por la Universitad Politécnica de Cataluña (UPC) y la bodega Codorníu, y en el que han participado el Instituto Catalán del Corcho, la Fundación CTM Centro Tecnológico y el Grupo TYPSA e INNOVI, ha finalizado con un éxito casi rotundo. El objetivo principal del mismo era la demostración de la viabilidad técnica, medioambiental y económica de la revalorización del subproducto de la industria corchera. Y así ha sido.
El estudio ha revelado que el corcho es un claro aliado para mejorar la calidad del agua y una fuente de energía renovable. Además, las dos tecnologías utilizadas demuestran ser eficientes y adecuadas para dar salida al subproducto del corcho dentro de la propia industria vitivinícola, el 60% de la producción del corcho se utiliza para elaborar tapones de vino y cava, mientras que el resto (40%) es subproducto que puede mejorar su valorización.