En un momento en el que se busca la sostenibilidad del turismo para convertirla en una actividad capaz de generar rédito suficiente en términos de empleo, riqueza y uso de los recursos disponibles, el informe anual de Global Blue incorpora por primera vez la distribución de turistas de largo radio por países según su gasto y frecuencia de viaje.
De esta forma, ofrece nuevas claves que faciliten al sector público la toma de decisiones y el diseño de las estrategias certeras para convertir España en un destino para turistas de mayor poder adquisitivo. Y es que sólo el 11% de los ingresos por compras de extracomunitarios que registra España proceden de este perfil, frente al 26% de Francia o el 21% de Reino Unido.
De hecho, casi nueve de cada diez de los turistas que recibimos (el 86% concretamente) responden al perfil de viajero poco frecuente. Si tenemos en cuenta que de este viajero se obtienen el 66,2% de los ingresos por compras, los datos evidencian que es necesario atraer a un perfil que aporte más valor para aumentar la sostenibilidad del modelo.
Este objetivo exige consolidarse como destino tanto entre los de mayor gasto (más de 40.000 euros en los últimos dos años) como entre los que más viajan (más de tres viajes en los últimos dos años).
Esta minoría (elite + frecuente) representa el 33,8% de los ingresos por compras que recibe España, lo que demuestra la importancia de captar a estos perfiles de viajeros recurrentes para conseguir una actividad turística inyectiva y sostenible.
Hoy por hoy, esta baja capacidad de atraer al turista recurrente explica que en una comparativa entre los principales mercados receptores europeos, España sea el país que registra el menor gasto medio por compras de viajeros extracomunitarios, con 955 euros, frente a los 2.100 de Reino Unido o los 2.125 de Francia.
De esta forma, los datos de Global Blue evidencian que el perfil y poder adquisitivo de los turistas de largo radio está directamente relacionado con su nacionalidad. Si bien los principales países europeos receptores tienen en común su alta dependencia del mercado chino, el que más ingresos les deja, la diferencia la marca la segunda nacionalidad de compra.
Así pues, UK recibe a un comprador premium como es el del Golfo Pérsico, que genera el 26% de las ventas, mientras que España recibe al argentino, que solo concentra el 7% del gasto y apenas trae turismo de élite, con un gasto medio en shopping de 607 euros, frente a los 2.465 euros que le deja el asiático.
De esta forma, aunque es verdad que España atrae más viajeros chinos frecuentes que la media europea (17% del total, frente al 14,7%) en 2019 debe no solo posicionarse en Golfo Pérsico sino hacer una apuesta decidida en el país asiático, trabajando en profundidad la promoción en origen, sobre todo, en los canales digitales para poder llegar a los millennials; además de mejorar las trabas administrativas que faciliten la llegada de viajeros chinos a nuestro país para no estar en desventaja con destinos competidores. En este sentido, Global Blue valora la voluntad de Asuntos Exteriores de abrir un nuevo consulado en China, pero es importante no sólo que esta iniciativa se materialice lo antes posible sino que este plan de aperturas se amplíe.
Una buena gestión del conflicto
Otra de las claves para 2019 es la gestión de la imagen negativa que están proyectando en el exterior los conflictos. En este sentido, toma como ejemplo los disturbios de los chalecos amarillos de París, que están haciendo cambiar las preferencias de los viajeros de largo recorrido. La prueba está en que el año arrancó reduciendo en alrededor de un 14% sus reservas de vuelos y en más de diez puntos el gasto por compras de turistas de fuera de la UE.
Inevitablemente, esta situación nos lleva al conflicto político de Cataluña en pleno juicio por el procés. Una mala gestión de la proyección negativa, haciendo énfasis en los disturbios o el conflicto, hace que los turistas de largo radio vean España como un destino antipático al que viajar.