Una pieza de fruta, material de oficina, un trozo de tarta o un pantalón. Cualquier artículo que imaginemos hoy en día llega al consumidor final envuelto en plástico y el primer gesto después de comprarlo es el de tirarlo directamente a la basura. La vida útil de estos residuos es paradójicamente ínfima en comparación con el tiempo que tardan en desintegrarse, lo que plantea un debate social acerca del beneficio real de su uso.
La revolución contra los plásticos comenzó hace unos años con el reciclaje individual en el hogar y desde entonces la conciencia medioambiental se contagia cada vez a más a las empresas, preocupadas por los efectos desastrosos que tienen estos residuos sobre el planeta. A pesar de que en 2020 una ley aprobada por el Parlamento Europeo retirará del mercado todos los plásticos de un solo uso, el tiempo apremia cuando se trata de vaciar los océanos de contaminantes.
Es por eso que www.fudeat.com, el market-place gastronómico que reúne a los mejores caterings de la ciudad, lanza la campaña “Green Packaging”, una iniciativa que tiene como objetivo que todos los caterings colaboradores rehúsen el uso del plástico en sus menajes desechables. Teniendo en cuenta que el 40% del plástico producido en nuestra sociedad se utiliza para la fabricación de envases, el esfuerzo del sector gastronómico supondrá un gran paso en el desarrollo de un mercado más sostenible.
Entre los retos que obstaculizan el proceso de sustitución se encuentra una buena elección de materiales alternativos y biodegradables que repliquen las cualidades del plástico. En esa labor, Fudeat ha dado con los elementos idóneos para el tratado de alimentos, como platos, cubiertos, vasos o envases.
Son las hojas caídas de las palmeras las que, con una producción completamente respetuosa con el medioambiente, permiten crear todo tipo de envases y utensilios igual de funcionales. Así mismo, Fudeat consigue dejar de lado al plástico gracias a la fibra de caña de azúcar, un elemento natural completamente biodegradable y compostable.