Casar de Vide es el nombre escogido para este nuevo proyecto. Gracias a esta adquisición, el grupo fundado y presidido por Carlos Moro, suma ya diez bodegas en las denominaciones de origen más importantes de nuestro país.
Casar es la denominación de los hogares tradicionales gallegos y Vide viene dado por su pertenencia al Concello de Vide, famoso por su tradicional cultivo de la vid. La bodega está ubicada en pleno corazón de la D.O. Ribeiro, la más antigua de Galicia, y pretende convertirse en una de las referencias vitivinícolas de dicha región donde la excelencia y la calidad son señas imprescindibles de identidad, tanto en sus métodos de producción como en sus admirados vinos.
Para Carlos Moro, presidente de la compañía, “este proyecto responde a nuestro deseo de buscar nuevos horizontes para elaborar vinos singulares de las comarcas vitivinícolas más diferenciales de nuestro país”. Precisamente el objetivo de Matarromera en esta bodega es apostar por la elaboración de vinos blancos de uvas autóctonas que destaquen por su elegancia y sutileza, que transmitan frescura, delicadeza y que contribuyan a seguir aportando fama y reconocimiento internacional a la Denominación de Origen.
La bodega se asienta sobre una superficie de 2.200 metros cuadrados y fue construida en 1988 con piedra granítica de cantería junto a la vivienda histórica fundada en 1957. Dispone de nave de recepción de uva y procesado, nave de fermentación y almacenamiento, sala de embotellado y filtrado, zona de almacenamiento y sala para visitas y catas.
La relación de Matarromera con la Denominación de Origen Ribeiro se inició hace dos años fruto de la colaboración con viticultores de la zona para elaborar “Finca San Cibrao”, uno de los vinos de la Selección Personal Carlos Moro. La sensacional acogida en el mercado junto con un mayor conocimiento de la zona han contribuido a que la empresa redoble su apuesta por Galicia, poseedora de variedades de uva únicas en el mundo.