Según Ángel María de Tena, director del Área de Alimentación de CorSevilla “la carne está precocinada a baja temperatura, a unos 75º sobre unas 8-10 horas, que hace que esté tierna y jugosa. De esta manera, el cliente solo tiene que introducir la pieza en el horno durante unos 20 minutos y estará lista para comer”. En cuanto a la conservación, solo es necesario mantenerlas en frío, tiene un año de vida útil desde la fecha de envasado.
Las piezas del cordero asado que se pueden conseguir son pierna, paletilla, codillo y costilla.
“Se trata de un alimento de calidad, de nuestras dehesas, al alcance de cualquier bar o restaurante. Con esto, también, conseguimos fomentar el consumo de la carne de cordero, que tiene alto valor nutricional”, destaca Tena.
Con esta iniciativa, la empresa pretende contribuir al mantenimiento de la población rural de la zona, y permite conservar el ecosistema del Parque Natural donde se ubican dichas explotaciones. Además, el ganado ovino y caprino limpia los montes ingiriendo unos 2,5 kilos de materia vegetal seca al día.