Tras más de 25 días con los locales cerrados, los hosteleros españoles se preparan para uno de los peores batacazos en su actividad, tanto en términos económicos como de empleo. El informe "Impacto de Covid-19 en la Hostelería en España", de la consultora Bain & Company y EY (antes Ernst & Young), habla de hasta 55.000 millones de euros menos facturados en 2020 como consecuencia de la crisis sanitaria, lo que supone una caída del 40%.
Lo mismo esperan los empresarios que en una encuesta llevada a cabo por Hostelería de España mantienen que las pérdidas podrían situarse en torno a un 30 y un 40%, siendo la mayoría de los consultaros bastante pesimistas en cuanto a cómo evolucionarán las ventas en el segundo trimestre del año: el 90,39% de los hosteleros percibe que van a ser peores que las del primer trimestre o las actuales, y tan solo el 5,85% cree que pueden mantenerse igual.
Los efectos de la pandemia también se harán notar y mucho en el empleo, sobre todo teniendo en cuenta que el 93,02% ha tenido que cesar totalmente la actividad (el 75,03% acogiéndose a un ERTE,) el 4,66% ha cerrado definitivamente su negocio y tan solo el 2,33% mantiene servicios de entrega a domicilio. Más de la mitad de los encuestados, el 58,96% señala que va a tener que realizar un reajuste de plantillac uando se reanude la actividad. Según los analistas del mercado, podrían estar afectados 680.000 puestos de trabajo y cifran una pérdida estructural definitiva de 207.000 puestos de trabajo.
"Sin medidas de apoyo para aumentar los niveles de liquidez, la necesidad de financiación de las compañías hosteleras para cubrir los gastos fijos operativos durante la crisis fluctuaría entre los 6.000 y los 16.000 millones de euros", recoge el informe de Bain & Company y EY.
Problemas para acogerse a las ayudas
Los expertos detallan que la vulnerabilidad del sector hostelero se relaciona con el hecho de ser un sector muy fragmentado, compuesto por 314.000 empresas, el 70% de las cuales tienen menos de 3 empleados; con márgenes muy bajos (del 6% en el caso de la restauración frente al 13% de media en otros sectores), y una mayor exposición a los ciclos económicos "dada su correlación con la renda disponible".
Además, sus niveles de capitalización también son bajos, (un 34% frente a un 50% de media a nivel agregado nacional) y es un sector con poca liquidez. En restauración, por ejemplo, el 50% de los negocios podría aguantar únicamente alrededor de un mes de gastos operativos fijos sin recurrir a financiación (o bien externa o bien recurriendo a ahorros).
Teniendo en cuenta todos estos factores, los empresarios reconocen que su principal problema es que no pueden pagar las cotizaciones de autónomos, uno de los mayores obstáculos para el 80,34% del sector, seguido del pago de tasas e impuestos de los suministros de energía (señalado por el 55,77%) y de los impuestos de terrazas, IBI u otras obligaciones de pago a las administraciones, como el IVA, que son percibidas como amenazas a corto y medio plazo por el 52,34% de los hosteleros.
Fases de la evolucion del impacto
Aunque se desconoce la duración concreta de esta crisis, los expertos de Bain & Company y EY indican que la evolución del impacto en el sector se desarrollará en cuatro fases: confinamiento, con el cese de la generación de ingresos; apertura restringida, fase de recuperación lenta de la actividad; demanda en transición, con una demanda inicial limitada por el miedo al contagio y la disminución del turismo, y, por último, cambio estructural recuperación de un nivel de actividad más próximo al del período anterior a la crisis, pero con el efecto de una menor demanda y cambio de hábitos.
Medidas más efectivas e inmediatas
La suspensión total de la cotización de autónomos y la de impuestos municipales (como el IBI, basuras, agua o terrazas, entre otros) son algunas de las reivindicaciones del sector, que también incide en la necesidad de suspender temporalmente el pago de arrendamientos, la flexibilidad de la financiación y la moratoria de pagos de hipotecas.
"Como organización empresarial que representa a los más de 300.000 establecimientos hosteleros de nuestro país, instamos al Gobierno a que escuche las peticiones de los negocios hosteleros, la inmensa mayoría formada por autónomos y pequeñas plantillas, porque necesitan que se tomen medidas de urgencia si no queremos llevar a la quiebra a este sector tan importante para la economía y la sociedad española", exclama el presidente de Hostelería de España, José Luis Yzuel.
Por su parte, Pedro Valdés, socio del área de Consultoría de EY y co-autor también del informe, reconoce que "el sector es parte intrínseca de la cultura española y motor de crecimiento económico a través de la propia gastronomía y del turismo y se enfrenta a un nuevo escenario en el que cambiará el comportamiento del consumidor, se acelerará la digitalización de todos los actores de la cadena de valor y deberá afrontar cambios regulatorios como consecuencia de esta pandemia mundial”, concluye.