El Gobierno ha presentado un plan de desescalada que constará de cuatro fases, con un periodo de dos semanas entre cada una de ellas, y en las que se establece un inicio de la actividad de bares y restaurantes de manera muy gradual a partir del 4 de mayo.
En la actual fase preparatoria o fase cero, el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, ha anunciado que estará permitido a los restaurantes ofrecer servicio de comida para llevar, pero no se podrá consumir aún en el local.
Será a partir del 11 de mayo, en la fase 1, cuando se podrán abrir las terrazas en hostelería, hoteles y alojamientos turísticos, todavía con limitaciones: sólo podrán ser ocupadas en un 30% de su aforo. Se considera que los ayuntamientos permitan "en la medida de lo posible y más adelante", ampliar el espacio de las mismas, "en las provincias que cumplan con los requisitos de Sanidad", ha dicho el presidente.
"Antes nos gustaba comer una paella en un restaurante, igual ahora lo que tenemos que hacer es pedirle al cocinero que nos cocine la paella y llevárnosla a casa", ha expuesto.
En la fase dos o intermedia, que comenzaría el 25 de mayo, se abrirá el espacio interior de los locales "solo para el servicio de mesas, con separación entre ellas y un tercio de aforo".
En la fase tres o avanzada, se suavizarán algo más las restricciones de aforo y ocupación, si bien se mantienen estrictas condiciones de separación entre el público.
Pedro Sánchez ha señalado que el Ministerio de Sanidad dictará órdenes que detallarán todos los supuestos.