Tanto CEOE como los sindicatos UGT y CCOO se reunirán esta mañana para decidir si aprueban o no el borrador del texto en el que se contempla a su Ejecutiva extender hasta el 30 de junio de este año los ERTEs de fuerza mayor derivados del COVID-19.
En lo que atañe a uno de los principales caballos de batalla de las empresas del sector horeca y turismo, la cláusula de mantenimiento del empleo asociada a los ERTEs, el texto especifica que el cómputo de seis meses empezará a contar desde la incorporación al trabajo efectivo de personas afectadas por el ERTE, aun cuando éste sea parcial o sólo afecte a parte de la plantilla.
Este compromiso de mantenimiento del empleo se considerará incumplido si se despide a cualquier trabajador afectado por el ERTE, aunque con excepciones (despido disciplinario procedente, dimisión, muerte, jubilación, incapacidad total, absoluta o gran invalidez y extinción de un contrato temporal por finalización de su vigencia o por el fin de la obra o servicio contratado). En el caso de incumplimiento de esta cláusula, las empresas deberán devolver todas las cuotas de las que fueron exoneradas, con recargo e intereses de demora.
Ahora bien, en el texto se especifica que este compromiso de mantener el empleo seis meses después de reanudar la actividad no será de aplicación a aquellas empresas que tengan riesgo de entrar en concurso de acreedores.