El segmento del brandy ha optado por una imagen más moderna y vanguardista para llegar al consumidor actual. Es el caso del nuevo Gran Duque de Alba Solera Gran Reserva, que renueva su botella y equiqueta para seguir creando un legado que con el que "cautivar a otros públicos y adaptarse a los tiempos actuales del sector de espirituosos", explica Jesús Medina, director de Williams & Humbert.
El cambio de packaging incluye la renovación iconográfica de la botella, elaborada con "cristal de altísima calidad" y en la que destacan unas aristas en la base que le dotan de personalidad. El cierre con tapón de corcho mantiene su color rojo pero cobra más protagonismo con su tamaño, forma y el grabado del escudo de la Casa de Alba.
La etiqueta es ahora transparente con el nombre de la marca en su rotulación casi original junto a la firma del propio Gran Duque de Alba y, aunque desaparece el lacre, la botella mantiene su característica cinta roja.
Una imagen renovada y más sofisticada que no pierde los valores y la personalidad de una marca con más de 75 años en el mercado. En su interior, la misma excelencia de un brandy premiado internacionalmente por su calidad y cuidada elaboración artesanal, fruto de los años de experiencia de una bodega centenaria.