El movimiento #somosNutrisentatos está impulsado por la Federación Española de Industrias de Alimentación y Bebidas (FIAB), con el apoyo de Aecoc, Asaja, COAG, Cooperativas Agro-alimentarias, Hostelería de España, Marcas de Restauración, Promarca y UPA.
El movimiento destaca la importancia de los valores, la calidad y la seguridad de la cadena alimentaria española y sus productos, que junto a otros factores hacen de España el país más saludable y uno de los de mayor esperanza de vida del mundo.
España se sitúa a la cabeza en el ranking de los países más saludables del mundo
Así, según el Índice de Salud Global de 2020 de Bloomberg, España se sitúa a la cabeza en el ranking de los países más saludables del mundo. Entre otros factores, el Informe señala al patrón de alimentación mediterráneo que siguen los españoles, así como su variada gastronomía y la práctica regular de actividad física moderada, como algunos aspectos clave que han contribuido a que España pasara del sexto puesto a liderar la clasificación en tan solo tres años.
Además, según el ranking del Instituto de Métricas y Evaluación de la Salud (IHME), España alcanzará en 2040 una esperanza de vida media de 85,8 años, cifra significativamente superior a la de 2016, que estaba en 82,9 años, con lo que llegaríamos a superar a Japón.
Por ello, #somosNutrisensatos arranca con una campaña digital a la que además de integrantes de la cadena alimentaria, están invitados a sumarse otros colectivos y particulares como médicos, nutricionistas, chefs, deportistas, etc.
Este gran movimiento, además de poner en valor la riqueza gastronómica de España y el papel que cumplen las empresas y trabajadores de toda la cadena alimentaria, también destaca el hecho de que nuestro país cuenta con más de 350 denominaciones de origen y suma más de 300 Estrellas Michelin, datos que evidencian el papel central de la alimentación en nuestra identidad y cultura.
“Es un hecho incuestionable que España posee un alto nivel de calidad de vida. A pesar del terrible efecto que ha producido la pandemia, el nuestro sigue siendo uno de los países con mayor esperanza de vida. Estamos orgullosos de que la alimentación sea un factor muy importante que contribuye a este reconocimiento y los representantes de la cadena alimentaria seguiremos esforzándonos para mantener este estatus que nos caracteriza y distingue en el mundo entero”, señalan los impulsores de este movimiento.
Sentido común contra la desinformación y los bulos
Al mismo tiempo que ha crecido el interés de los consumidores por la nutrición y la salud, el sector de los alimentos y bebidas es uno de los más expuestos a las fake news, llegando a representar el 30% de los bulos que circulan en las redes sociales en 2019 y casi la mitad en 2022, según el estudio de Gartner Consultores para CECU. Además, dicho informe advertía de que el 60% de quienes reciben este tipo de contenido cambia su opinión sobre el producto en cuestión.
Por ello, #somosNutrisensatos tiene entre sus objetivos aportar sentido común a muchas cuestiones relacionadas con la nutrición y la salud e incentivar a los ciudadanos a que acudan a fuentes fiables y que cuenten con el rigor científico.
“Los eslabones de la cadena vemos con preocupación estos mensajes que, carentes del aval científico, siembran dudas en el consumidor. La desinformación que cuestiona la calidad y seguridad de nuestra gastronomía produce alarma social y, en muchos casos, lleva a los consumidores a desterrar de su dieta ciertos productos o ingredientes de manera injustificada”, lamentan estas organizaciones.
Para los impulsores del movimiento, un consumidor Nutrisensato sigue una dieta variada y equilibrada, adaptada a sus gustos y necesidades nutricionales y tiene en cuenta las frecuencias de consumo y las raciones; mantiene hábitos de vida saludables y cuida su descanso y sus hábitos de sueño; es un consumidor informado a través de fuentes veraces y científicas, que cuestiona los bulos y mitos sobre alimentación; se interesa por cuestiones nutricionales y lee las etiquetas de los productos; aplica sus conocimientos para combinar los alimentos de manera adecuada; respeta todas las tendencias y hábitos alimenticios y no demoniza productos o ingredientes; disfruta de la comida, del placer de la alimentación, entendida como una forma de compartir y socializar nuestros productos y como parte de nuestra identidad y tradición. Además, es un consumidor responsable, cuyos hábitos inciden en la sostenibilidad y la reducción del desperdicio alimentario.