Bodegas Murviedro ha presentado en sociedad en el Hotel Valencia Palace el blanco Cañada La Torre, que acaba de conseguir una Medalla de Oro en el Berliner Wein Trophy, y el tinto CV05 cabernet sauvignon que junto a la nueva añada de Vallejo Avenas chardonnay, forman parte de su colección de Vinos de Parcela, una gama premium que se diferencia estéticamente por un estio sofisticado y elegante.
Cañada La Torre 2020 (DO Valencia) está elaborado con uvas malvasía, procedentes de una única parcela de solo 2 hectáreas plantadas en 1995 entre campos de almendros y bosque de encinas situada a la destacable altitud de 1.090 metros en el interior del altiplano valenciano.
El secreto de este vino es su terruño, el suelo de naturaleza de arenas y limos, su cultivo biológico, y una elaboración que hunde sus fundamentos en la mínima intervención para que refleje su personalidad única. La fermentación se produce con levaduras naturales, el vino reposa con sus lías finas y tiene una permanencia de 4 meses en un fudre de roble francés antes de su embotellado. El resultado es un vino muy particular, complejo, con aromas que recuerdan a gran variedad de frutas maduras, con matices florales y a frutos secos. Es sabroso, untuoso y fresco, con un largo final de boca.
Por su parte, CV05 es el nombre de la parcela del viñedo de cabernet sauvignon de donde surge este refinado tinto de corazón bordelés y alma mediterránea. Las uvas proceden de una parcela situada al suroeste de la Comunidad Valenciana, embotellado con DO Valencia. Se trata de un pequeño viñedo de solo 4 hectáreas que da fundamento a este Vino de Parcela, asentado sobre un terreno calcáreo muy pobre en materia orgánica, pero con gran potencial vitícola.
Las prácticas de viticultura sostenible con las que se miman las cepas acaban perfilando la elegante personalidad de este cabernet. Su bajo pH y su excelente acidez natural encuentran el equilibrio con el punto ideal de maduración de las uvas.
El CV05 Cabernet Sauvignon 2020 es de color rojo de capa media-alta con tonos violáceos. Su aroma es intenso, donde predominan los aromas frutales que recuerdan a frutas rojas, sobre un fondo especiado. El paladar revela fielmente el terreno del que procede. Su entrada en boca es amable, amplio, levemente cálido, con taninos sedosos. Es sabroso, llena el paladar con un despliegue de sensaciones a fruta madura, con un punto goloso, como de confitura de grosellas. Tiene buena acidez y frescura, con suave evocación mineral, es largo y con buena persistencia.