El ‘Monitor de Enoturismo’, un informe que analiza y cuantifica su desarrollo e impacto en el conjunto de la Denominación y que este año llega a su cuarta edición, confirman una "notable recuperación" de la actividad enoturística en la región de la Denominación de Origen Calificada Rioja.
De hecho, las bodegas que conforman la DOCa Rioja registraron un total de 460.137 visitas, lo que supone un crecimiento del 103,5% respecto a 2020, si bien todavía se encuentran a la mitad del récord registrado en 2019, previo a la crisis, cuando se alcanzaron las 860.000 visitas.
Aún así, el impacto de este tipo de turismo sigue siendo importante. En 2021 la actividad enoturística en el marco de la DOCa Rioja generó un impacto económico que se estima en los 103 millones de euros; esta misma magnitud se movía en torno a los 173 millones de euros antes de la pandemia.
“Los datos registrados durante el pasado ejercicio nos permiten hacer una lectura muy positiva, y es que el enoturismo de Rioja ha mostrado una gran capacidad de recuperación en 2021 gracias al importante esfuerzo de adaptación realizado por las bodegas”, afirma Manuel Romero, socio director de Dinamiza Asesores, consultora especializada en turismo de vino y encargada de confeccionar el monitor para Rioja.
El informe destaca varios indicadores que son tomados como signos de recuperación, como el buen comportamiento de los meses de verano y otoño, que registraron cifras de visitas cercanas a las recibidas en esos mismos meses de 2019, y la fuerte reactivación del visitante nacional, que generó una actividad que se situó en el 68% de la de 2019.
Otro factor clave es el turismo internacional, del que hay previsión que se recupere una vez abierto el transporte transfronterizo. En 2021, la actividad generada por el viajero internacional representó el 20% de las visitas.
Buenas expectativas en la Semana Santa y el verano
Las bodegas DOC Rioja esperan que las vacaciones de Semana Santa y la temporada estival supongan la consolidación de la actividad enoturísticas. En este sentido, destacan que "el sector está reforzando una oferta de productos turísticos novedosa, de calidad y altamente especializada para distintas tipologías de visitante".
El viajero puede encontrar desde actividades familiares, hasta una atractiva oferta enogastronómica, pasando por otros modelos de turismo más activo con actividades al aire libre y en los viñedos. De hecho, la mitad de las bodegas ofrecen algún tipo de experiencia en espacios abiertos.
“Analizando la tendencia al alza de las vistas y el compartimiento de los turistas, somos optimistas y auguramos que 2022 será un año clave en la recuperación del sector, si las circunstancias lo permiten. En definitiva, las perspectivas para el enoturismo de Rioja son muy buenas”, añade Romero.
Por su parte, Fernando Ezquerro, presidente de la DOCa Riojadestaca que “el desarrollo y potenciación de la actividad enoturística es uno de los ejes clave de nuestro Plan Estratégico 2021 – 2025, en el que nos marcamos como objetivo superar los 1,2 millones de visitas en el año 2025. Un horizonte en el que, además, esperamos que ya sean 250 las bodegas que ofrezcan servicios enoturísticos”.
