Ante la falta de visitantes rusos, uno de los principales turistas internacionales (antes de la Covid-19, nos visitaron alrededor de 1,3 millones de turistas rusos), los expertos apuntan a los turistas británicos como la esperanza para que el sector turístico recupere las cifras de antes de la pandemia.
Los britanicos constituyen el primer mercado de turistas en España, con 4,3 millones de visitantes en 2019, cifra que se redujo a 18 millones el año pasado. Es por ello que el desafío del sector para este año está en recuperar el nivel previo a la pandemia.
“En 2022 los turistas británicos pueden viajar a nuestro país sin restricciones por lo que esperamos que compensen el déficit de turismo de otros mercados”, explica Alberto Peris, director ejecutivo y socio fundador de CESAE Business & Tourism School.
Un hecho que ofrece optimismo a los profesionales del sector es que el gasto turístico de los británicos, así como de los visitantes procedentes de Alemania y Francia, ya ha superado los niveles previos a la pandemia. Un reciente estudio de Hilton señala que los turistas británicos tienen previsto realizar grandes vacaciones en familia este 2022 y prevén gastar 1.246 libras esterlinas (1.460 euros) por persona, superando en un 34% el presupuesto prepandemia.
El turista nacional, más importante que nunca para el sector
Alberto Peris destaca que “el turismo nacional jugará un papel absolutamente crucial este verano, para compensar esos huecos que todavía el turismo extranjero va a dejar sin rellenar en la recuperación global del sector”. El director ejecutivo y socio fundador de la institución educativa señala que “la balanza turística muestra que los españoles no terminamos de viajar al extranjero igual que antes, lo cual refuerza la idea de un verano especialmente dominado por el turismo nacional, con los segmentos tradicionales, como el sol y playa de costas e islas, viviendo una gran temporada estival, al igual que los destinos urbanos y de interior”.
Las previsiones para 2022 prometen alcanzar los niveles de 2019 gracias al turismo MICE, el fin de los ERTEs y la reincorporación de los profesionales turísticos, la vuelta de las agendas de ocio y cultura a las ciudades y del turismo religioso, y al turismo nacional.