Un estudio llevado a cabo por investigadores de la Universitat Oberta de Catalunya (UOC), y publicado en acceso abierto en el Journal of Tourism Futures, analiza cómo ha influido el coronavirus en el turismo y avanza las previsiones de cara a la temporada de verano.
A este respecto, los autores apuntan que "no existe un temor generalizado a continuar viajando en el futuro, ni a hacerlo de manera radicalmente diferente", e indicen en que aunque en los momentos de recuperación tras las olas iniciales se hablaba de un cambio de hábitos y preferencias en el sector turístico —como una mayor tendencia al turismo de naturaleza o a visitar destinos rurales—, actualmente hay un importante número de turistas que, a largo plazo, siguen confiando en lugares tradicionales de turismo de masas de sol y playa.
"Una importante mayoría de turistas no asocian viajar a estos lugares con una mayor cantidad de gente con tener un mayor riesgo de contraer la enfermedad. Es más, en muchos casos, los perciben como lugares seguros", asevera comenta Francesc González, profesor de los Estudios de Economía y Empresa de la UOC y miembro del grupo Noutur (Nuevas Perspectivas en Turismo y Ocio) de la UOC, quien ha liderado este estudio junto con los investigadores de la UOC Joan Miquel Gomis y Pablo Díaz.
De hecho, en la actualidad, las cifras de visitantes en Semana Santa hacen prever a los expertos que en el verano de 2022 habrá una tendencia continuista de este tipo de turismo de masas.
Nuevos perfiles de turistas: preocupado, el pragmático y el escéptico
La investigación identifica tres perfiles de turista en función de su intención de cambiar sus hábitos turísticos y su comportamiento de cara al futuro en la manera de organizar un viaje y decidir cuándo y cómo visitar determinados lugares.
El primer perfil hace referencia al turista preocupado, que manifiesta querer cambiar su modo de vivir tras la pandemia y, por tanto, su forma de viajar.
El segundo perfil se identifica con el turista pragmático, un tipo de persona que es sensible al riesgo asociado al turismo, pero que no realiza cambios profundos en su modo de viajar. "Este tipo de turista solo cambia su comportamiento temporalmente, mientras dure la pandemia", destaca González.
Por último, el turista escéptico es aquel que no quiere cambiar ni el comportamiento ni sus hábitos de viaje, no muestra aversión al riesgo y manifiesta la voluntad de seguir desplazándose a lugares de turismo de masas.
Estos perfiles, bastante heterogéneos sociodemográficamente según el investigador de la UOC, se han elaborado a partir de encuestas a 500 turistas españoles durante la primavera de 2020, tras la primera ola de COVID-19 y el confinamiento. En este momento, aún no se contaba con una vacuna y nos encontrábamos al inicio de la pandemia.