Los grupos electrógenos son una fuente de energía de emergencia, capaces de garantizar el suministro en todo momento para que la actividad hostelera se pueda desarrollar con normalidad.
En este sector se suele compartir la mayor parte de las demandas energéticas y sus configuraciones son ciertamente equivalentes. Si bien hay ocasiones en las que los proyectos requieren soluciones más complejas. En todo caso, se deben elegir grupos electrógenos fiable, ya que el uso del generador se reserva a un funcionamiento al fallo de red.
La fiabilidad en la puesta en marcha estará directamente relacionada con la fiabilidad de los componentes clave que integran el generador. Contar con motores, alternadores y aparamentas eléctricas de calidad es crucial para no enfrentar sorpresas.
Por otro lado, llevar a cabo un correcto mantenimiento de la máquina nos permitirá confiar en su puesta en marcha de manera confiable.
Una buena relación precio-prestaciones
En aplicaciones donde el uso del generador se limita a unas pocas horas al año y su puesta en marcha es necesaria pero no singularmente crítica, la relación precio-equipamiento es especialmente importante.
Con todo, los hoteles necesitan equipos que presenten un equipamiento equilibrado, sin prestaciones sustancialmente complejas y, siempre, sin renunciar a la fiabilidad.
Equipar el generador con sistemas de caldeo de motor que favorezcan un arranque sin problemas es una prestación básica en este tipo de aplicaciones. También es una solicitud recurrente contar con carrocerías que integren tratamientos superficiales para hacer frente a la corrosión en ambientes costeros, a la vez que se incluyen resistencias anti-condensación en el alternador.
La potencia justa para no disparar los costes
Si dimensionásemos la potencia del equipo atendiendo a todas las cargas del establecimiento y sumando todas ellas sin mayor criterio, estaríamos sobredimensionando de forma considerable el generador, encareciendo el proyecto innecesariamente y dando lugar a una instalación ineficiente que, a la larga, también influiría sobre el correcto funcionamiento y conservación del equipo.
Aunque las horas de funcionamiento de un generador en emergencia son escasas por la estabilidad y alcance de las infraestructuras, hacer trabajar el generador de forma sostenida a baja carga (por debajo del 30% de su “capacidad”) conllevaría un deterioro a corto plazo del grupo electrógeno y dispararía las labores de mantenimiento y reparación del mismo.
Esta es la razón por la que se aplican factores de simultaneidad, de manera que se aproximan las necesidades de energía a la demanda real y simultánea del complejo hotelero.
Grupos electrógenos personalizables
En el ámbito de la hostelería, la capacidad de personalización formal de la máquina también es imprescindible en algunos proyectos. Edificios singulares o ubicaciones donde existe una especial sensibilidad por guardar la estética del conjunto requieren una personalización en colores y acabados. Dagartech ha hecho de esa necesidad uno de sus servicios más demandados.
Cuanto menos ruido, mejor
Aunque el grupo electrógeno (o grupos electrógenos) se instala en salas cerradas, azoteas y sótanos, alejados de las zonas de alojamiento de huéspedes y restauración, de forma recurrente se equipan con opciones de insonorización que minimizan todavía más los niveles de ruido de las máquinas.