El lunes 5 de septiembre en Basque Culinary Center se celebró la final del concurso "Talentos Martiko", en la que resultó ganadora Cristina Gómez, la joven jefa de cocina del restaurante con una estrella Michelin, Fierro en Valencia, quien se hizo con el gran premio por su Flor ahumada de bacalao, pesto de shiso, sopa de nabo y macadamia y por el Magret a la brasa y mole mediterráneo.
El jurado, formado por Elena Arzak, chef del restaurante Arzak, Lucía Freitas, chef y propietaria de A Tafona, Yolanda León del restaurante Cocinandos, Juan Carlos Reyes (Talento Martiko 2021), Borja Beneyto, asesor y periodista gastronómico, y Luis Brea, director de I+D de Martiko; valoró sobre el resto la propuesta de Cristina “por conjugar artesanía culinaria con naturalidad, hacer uso de un equilibrio de matices, sabores y texturas y trazar una línea entre las raíces de la cocina y de los productos utilizados, todo ello, con un enfoque viajero".
Con el aperitivo Flor ahumada de bacalao, pesto de shiso y sopa de nabo y macadamia, la joven chef eligió el bacalao "ya que me transporta directamente al País Vasco, lugar donde descubrí y aprendí todas las bases de la cocina. Allí es un producto muy apreciado y utilizado, por ello, con este plato pretendo ensalzar y aprovechar el producto de la manera más sostenible posible, utilizando también otras partes del bacalao como la flor de bacalao que representa su parte más noble. En la sopa utilizo el colágeno para ligar la salsa en frío emulsionándola con la parte grasa que aporta la macadamia y, por último, las escamas que, normalmente, son una pieza de descarte aportan un toque crujiente al plato”, explica la ganadora.
Por otro lado, Cristina Gomez elaboró un Magret a la brasa y mole mediterráneo, “inspirado en la complejidad y la técnica mexicana para elaborar una salsa que esté a la altura de la pieza que presento, pero con ingredientes de total proximidad. Sabores mediterráneos que representan mi origen y mi cocina como los tomates secos, el uso de hierbas y especias de la zona, el queso y el maíz. Este último, alimento básico del pato, aparece en dos formatos: maíz negro fermentado para aportar sabor y aroma, y coca de daca como espesante de la salsa. Destaco el uso del foie gras Martiko como elemento de cohesión entre todas las partes del plato, aportando brillo y ensalzando matices en la salsa por un lado y complementando la guarnición del pato por otro”, explica.
La cocinera recibió de manos de Elena Arzak un cheque por valor de 3.000 euros, además de un Curso de Especialización en Basque Culinary Center. "He pasado muchos nervios, pero la verdad es que también lo he disfrutado mucho. Para mí, siendo ex alumna del Basque Culinary Center, volver a cocinar aquí y disfrutar de una experiencia como esta me parece un regalo. Ahora tengo ganas de sacarle el máximo partido al master y seguir invirtiendo en más formación" , contab al recibir el premio.
Resto de premiados
El segundo y tercer premio fueron para Ariel Munguía y Luis Rojas, quienes obtuvieron un premio en metálico de 2.000€ y 1.000€ respectivamente y cursos para continuar con su formación en Basque Culinary Center.
El jurado destacó el nivel, compromiso y profesionalidad de los jóvenes cocineros “sin duda, el nivel de las elaboraciones nos ha sorprendido gratamente y el producto de Martiko ha brillado en todas ellas”.
Además, el director general de Martiko, Joseba Martikorena, durante su discurso reafirmó la apuesta de la empresa por el talento joven “desde lo inicios de Martiko y con mi padre en la dirección, hemos querido ayudar y apostar por los futuros responsables de las cocinas, para acompañarlos y crecer con ellos de la mano".
En Martiko, ya están calentando motores para la cuarta edición en 2024.