Con la detección de movimiento avanzada, la tecnología de sensores y las pantallas de altísima definición, industrias como la del entretenimiento ha dado pasos agigantados en la simulación de otros mundos. Además de poder disfrutar de todo tipo de videojuegos a través de gafas de realidad virtual (RV), la popularidad de juegos gratis de estrategia está haciendo que gran número de usuarios quiera jugar con la RV integrada a la hora de tomar decisiones, sobre todo en juegos como Hustle Castle y Sparta: War of Empires.
No obstante, hay personas que consideran que todavía queda mucho por mejorar en el uso de esta tecnología, y que no basta con las imágenes y sonidos que ofrece en la actualidad. Por ello, la inclusión de nuevos efectos como el gusto y el olfato puede ser toda una revolución para los amantes de la realidad virtual.
La sugerencia de que la RV y el metaverso podrían sustituir al mundo real va más allá de lo distópico y está muy lejos del objetivo previsto. Sin embargo, puede proporcionar experiencias más enriquecedoras que fomenten la toma de decisiones y ayuden a construir comunidades e iniciativas de realidad virtual estimulando los sentidos.
Sabores simulados para el gusto y olor para el olfato
¿Qué te parece ir a una cena virtual? ¿Y una taza de café en una cafetería virtual? No suena demasiado atractivo, porque falta un componente crítico: el sabor.
Aunque sea descabellado, ya existen tecnologías que esperan proporcionar a los usuarios el sabor cuando exploran entornos virtuales. Un equipo ha desarrollado una de estas tecnologías en la Universidad de Maine, dirigido por Nimesha Ranasinghe.
La tecnología utiliza electrodos en los cubiertos, como los palillos de metal, para replicar las sensaciones de los sabores agrios, dulces, salados o amargos en la boca.
Otro dispositivo, desarrollado por Homei Miyashita en la Universidad de Meiji (Japón), ha sido descrito como una pantalla lamible. El Sintetizador Norimaki utiliza cinco geles que contienen electrolitos para simular sabores salados, dulces, amargos, agrios y umami. Los usuarios pueden controlar la intensidad de cada uno de ellos para adaptarse a un sabor concreto mediante un proceso llamado electroforesis.
En un estudio del Instituto Imagineering de Nusajaya (Malasia), los investigadores están experimentando con electrodos en las fosas nasales para estimular las neuronas que activan los olores. El equipo ha creado una serie de fragancias hasta la fecha, pero aún no ha encontrado la forma de elegir el olor que experimentan los usuarios.
Un método algo menos intrusivo, con aplicaciones directas para simular los sentidos en el Metaverso con la realidad virtual, es el auricular OVR. Este casco de RV incluye un dispositivo que utiliza cartuchos de "Scentware" que contienen varios olores que los usuarios pueden combinar para adaptarse a un escenario o entorno.
Contacto de próxima generación
La tecnología más avanzada para atraer los sentidos de los usuarios en el metaverso con la realidad virtual es la háptica.
La tecnología háptica simula la sensación del tacto a través de diversos medios, como la vibración, el movimiento o la fuerza aplicada.
La tecnología háptica no es nueva, y el primer uso comúnmente registrado de la tecnología en un entorno de consumo se remonta a la década de 1970. Entonces, la utilizó el fabricante de juegos Sega en su juego Moto-Cross de 1976, proporcionando vibraciones realistas en el manillar durante las colisiones.
Hoy en día, la háptica está en todas partes, desde el smartphone hasta el mando de la PlayStation. Sin embargo, los desarrolladores de Metaverse están llevando la tecnología un paso más allá. Las empresas utilizarán la tecnología háptica para ofrecer a los usuarios de la realidad virtual experiencias más inmersivas. Además de los intentos de desarrollar una retroalimentación pseudoháptica visual y de recrear texturas, hay incluso esfuerzos por simular el dolor.
H2L Technologies, una empresa japonesa del metaverso que cuenta con el apoyo de Sony, ha desarrollado una pulsera que utiliza la estimulación eléctrica. Además de manipular los músculos del brazo para reproducir el peso y la presión, el dispositivo puede simular el dolor. Aunque es un poco controvertido, la capacidad de inducir dolor en consonancia con las experiencias de la realidad virtual contribuye en gran medida a autentificar la experiencia.
