Carlos Bosch explica que su modelo de negocio ha ido creciendo desde que conoció a Abellán, pero que para ir lejos “necesito ir acompañado”. Carles Abellán relata que “yo conocí a Carlos en los inicios de El Portal, Alicante. Tuve la suerte de compartir un par de días juntos y realmente conectamos. Crea conceptos, ideas, platos… que hasta he emulado en algunos de mis restaurante. Desde entonces lo tengo como referente.
No es una asesoría, es un conjunto
“La idea es crear un sistema de trabajo tranquilo. Somos amigos y no queremos confundirnos, porque nos respetamos demasiado mutuamente. Es un conjunto, una relación de iguales”, confiesa Abellán. “Nuestra manera de colaborar no es la clásica de asesórame, yo recibo tus instrucciones y listo. Rotundamente, ¡no!”, sentencia Bosch. “No hay cortoplacismo ni ganadores, aquí hay largoplacismo y dos ganadores. Tanto le voy a aportar yo a él como él a mí”, concuerdan ambos.
Bosch dice de Abellán y de Manero que“a mí me impresiona su trabajo y es afín a lo que yo quiero llegar. El entiende Manero a la perfección. Viene a ayudarnos a subir un peldaño. Con su claridad de las cosas, las buenas ideas, con las revisiones que aportan, con creaciones nuevas, métodos distintos… Nosotros hemos llegado a un punto que nos gusta Manero pero queremos seguir innovando y creciendo. Es la diferencia entre seguir siendo mágicos o ser del montón”.
Por otro lado, Abellán dice de Carlos y de Manero que “Manero ya existe, es un concepto clarísimo, con carácter propio, muy adulto, con mucha personalidad… yo vengo a dar pasitos en cocina e iremos viendo. Pequeñas cosas que darán un valor añadido porque Manero es muy difícil de mejorar”.