Torre Muga y Aro 2019 están elaborados combinando la tradición de siempre -como la clarificación con clara de huevo fresco y trasiega por gravedad- con las técnicas más avanzadas, sin renunciar a la autenticidad y personalidad propia de la bodega jarrera.
La cosecha de 2019 se caracterizó por ser una cosecha con unas condiciones climáticas ideales que permitieron que las uvas maduraran perfectamente a lo largo del ciclo vegetativo con rendimientos bajos, taninos muy maduros y alta acidez que permitirán que los vinos se mantengan muy bien en el tiempo.
Con la añada de 2019 se volvió a la calificación de “Excelente”, que desde 2011 no se había vuelto a producir, y con grandes probabilidades de que sea una añada muy similar a las reconocidas de 2001, 2004 y 2005.
Vinos exclusivos de producción limitada
Tanto Torre de Muga como Aro son dos vinos fieles a los principios de la Familia Muga y a la inquietud, entonces de la segunda generación, que los concibió con una visión de corte más internacional, buscando una mayor visibilidad en exportación y que, finalmente, han conseguido ser un referente para todos los consumidores como algunos de los vinos más apreciados y exclusivos en el mercado.
“Mi padre y mi tío tuvieron la gran visión de negocio como para elaborar un tipo de vino de corte más moderno que nos permitió ampliar nuestro abanico de oferta y estar más presentes en mercados internacionales", explica Manuel Muga, vicepresidente de Bodegas Muga.
Las tiradas de estos dos vinos son muy reducidas como corresponde a su esmerada elaboración.
Sostenibilidad certificada
En el ámbito de sostenibilidad ambiental, Muga continúa dando importantes pasos, obteniendo, en esta ocasión, el certificado Wineries for Climate Protection otorgado por la Federación Española de Vino (FEV).
Este título se suma a los certificados ya obtenidos (ISO 14.000 en viñedo, ISO 9.000 y 14.000, así como certificados PEFC o FSC en toda la madera utilizada en la bodega) y a las medidas ya adoptadas en esta materia, como la ampliación de su instalación fotovoltaica -encargada de convertir la luz del sol en corriente eléctrica que es consumida in situ-, el uso de la moderna técnica de la poda de respeto, el control biológico de plagas, el uso de abonos orgánicos en los viñedos, la instalación de estaciones meteorológicas, la implantación de hoteles de insectos y cajas nido o el uso de la Biomasa para la calefacción, entre otras.