Los hoteles solo para adultos se pusieron de moda en década de los años setenta, sobre todo en grandes complejos turísticos del Caribe. En su origen, el concepto se dedicaba a parejas provenientes de los Estados Unidos que buscaban vacaciones sin niños para descansar. "Básicamente, era una luna de miel para parejas que duraba entre una y dos semanas, con una experiencia de spa y wellness", comenta Pablo Díaz, profesor de turismo de los Estudios de Economía y Empresa de la Universitat Oberta de Catalunya (UOC).
Este forma de viajar se ha reconducido en la actualidad a escapadas de pocos días o de fin de semana sobre todo en la costa, en la que los viajeros, mayores de 18 años, desean disfrutar de un ambiente más tranquilo y relajado. Esto muchas veces incluye actividades como cenas, degustación de vinos, tratamientos de spa y entretenimiento nocturno. "La estancia es más cara de lo normal, porque buscan más lujo, calidez y experiencias, y no les importa pagar más", apunta Díaz.
El primer only adults de España está en Gran Canaria, en concreto, en la Playa del Inglés, y abrió sus puertas en 2007. Pero es ahora cuando este tipo de turismo está viviendo su época dorada. Según un informe de la Confederación Española de Hoteles y Alojamientos Turísticos (CEHAT), el 5% de los hoteles españoles son sólo para adultos.
"El aumento se debe al dinamismo del sector turístico, que, en búsqueda constante de nuevos y atractivos productos, localiza este para un público interesante parecido al de los double income, no kids (DINKS), es decir, dos sueldos de adultos sin hijos. El gasto medio en este tipo de productos es mayor al de simples estancias turísticas, por lo que resulta interesante a los oferentes", explica Díaz.
Turismo enfocado a mayores de 30 años
Según el Instituto Nacional de Estadística de España (INE), en 2019 alrededor de 23,6 millones de turistas extranjeros visitaron España por motivos de ocio, de los cuales aproximadamente 13,3 millones tenían 45 años o más. Esto representa una porción significativa del mercado turístico en general en España. Así, este tipo de turismo parece tener el foco en este nicho de mercado, sobre todo por edad y gasto. "Estos productos están enfocados a mayores de 45 años, y también a jóvenes de entre 30 y 45 años que ven atractivos estos productos. Pero sí que es cierto que el sector turístico se fija en atraer turistas en edad madura porque cada vez hay más y porque su posible gasto promedio es superior", detalla Díaz.
¿Un concepto hotelero que discrimina?
Jorge Fernández, profesor colaborador de los Estudios de Derecho y Ciencia Política de la UOC, considera que la definición en sí misma de sólo adultos comporta un trato discriminatorio por razón de edad". ¿Y pueden este tipo de alojamientos denegar la entrada a una familia con hijos menores? "Se trataría de un acto discriminatorio por razón de edad, que atentaría contra el artículo 14 de la Constitución española, establecido en el título relativo a los derechos y deberes fundamentales", explica.
"La práctica habitual no es denegar, sino disuadir a las familias con hijos menores de reservar o contratar alojamientos en dichos hoteles", añade Fernández. Las formas de disuasión son muy variadas: publicidad enfocada a actividades de adultos, inexistencia de animación infantil, de menús infantiles, de camas supletorias o cunas, promoción del hotel como un lugar de descanso romántico, etc. "Se trata de medidas que en principio disuaden a las familias con hijos menores de reservar en dicho tipo de hoteles, sin que conste una expresa prohibición de acceso a los mismos", afirma.
Hacer la reserva y darse cuenta del error, con la familia y las maletas en el hotel, no les da derecho a trasladar a esos clientes a otro establecimiento. "Si el motivo para justificar el traslado fuese que se trata de un hotel only adults y que los hijos menores no pueden estar en el hotel, sin ninguna duda se estaría discriminando por razón de edad y no sería legal. Lo normal, para no incurrir en dicho acto discriminatorio, es que se haga referencia a otras causas que puedan justificar ese traslado, aderezadas con otros argumentos que hagan para la familia más atractivo el hotel al que van a ser trasladados que aquel en el que hicieron la reserva", advierte el experto en derecho.
Los hoteles only adults se publicitan libremente en webs de reservas y aplicaciones de viajes, a lo que Fernández cree que la Administración debería controlar más este tipo de publicidad. "Las administraciones no son excesivamente activas a la hora de fiscalizar los alojamientos que se publicitan como solo para adultos. Y, en casos de inspecciones, la respuesta de los establecimientos se centra en negar que se prohíba la entrada a menores y a decir que simplemente están enfocados a un público adulto, si bien puede acceder todo tipo de clientes sin restricción alguna en cuanto a la edad. La remisión a un error en la expresión publicitaria suele ser habitual", concluye.
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