El nombre de Granada evoca a miradores, jardines mozárabes, agua que desciende sigilosa por fuentes y canales. Nos recuerda pistas de descenso por una sierra blanca, y días de descanso en el mar azul de la Costa Tropical.
Pero… ¿qué pasa con la gastronomía de Granada y su provincia? Pues, para muchos, si bien muestra la riqueza propia de una región que ha recibido múltiples influencias a lo largo de su historia (muestra de ello son sus raíces judeo-nazaríes y cristianas), parece ensombrecida frente al resto de atributos estéticos y culturales de la provincia.
Son muchas las recetas tradicionales que aparecen olvidadas en viejos arcones y muchos los productos locales que son reemplazados en los fogones por sucedáneos externos a veces poco representativos.
Granada y su provincia a nivel gastronómico posee una riquísima variedad gastronómica con una despensa tan variada como rica, tanto del mar como de la montaña.
Actualmente Granada disfruta de una Estrella Michelin, siendo esto importante para el destino, Granada tiene un ramillete de jóvenes valores en los fogones que mas pronto que tarde darán que hablar no sólo en el concierto Gastronómico local sino en el Nacional. La progresión de estos valores es firme por lo el futuro lo tenemos garantizado.
Esta gastronomía tan excelente empieza a ser valorada por los nuevos 5 hoteles de 5 estrellas que darán un salto cualitativo a la oferta gastronómica de Granada.
Si la gastronomía como recurso turístico en si mismo Granada posee una planta de servicios turístico de primerísimo nivel: alojamiento, hostelería, ocio, actividades complementarias, servicios guiados, etc que la sitúan entre los 3/5 destinos mas demandados a nivel nacional durante los fines de semana.
La gastronomía más que un reclamo turístico, está llamada a convertirse en señas de identidad de Granada como destino turístico con autenticidad y patrimonio propio, la sostenibilidad y productos km 0.
En este escenario, de incertidumbre, el sector gastronómico granadino está en proceso de fortalecimiento y renovación. Una gastronomía diversificada, y una oferta gastronómica que acoja a todos los públicos, llevando por bandera el producto local y el mimo en los procesos de elaboración deben constituirse en la base del desarrollo y consolidación definitiva de la gastronomía granadina.