Los nuevos contenedores de alimentos cuadrados de Araven permite aprovechar todo el espacio de almacenaciento y cámaras en un establecimientos hosteleros.
Disponbles en materiales reutilizables como son el polipropileno o policarbonato de efecto cristal, cuentan con una tapa en LPDE, que al ser un material más flexible permite un cierre hermético, manteniendo todas las propiedades del alimento guardado, que puede ser tanto seco (legumbres, frutos secos, cereales...) como salsas, cremas y otros líquidos, además de evitar el deterioro de los alimentos sensibles a la oxidación o la pérdida de aromas (galletas, snacks, deshidratados, especias…).
La familia de contenedores cuadrados está disponible en siete capacidades distintas, de 2, 4, 6, 8, 12, 18 y 22 litros, y en todos los tamaños se puede elegir entre los dos materiales.
Colores identificadores para garantizar la seguridad alimentaria
Al igual que el resto de la gama de contenedores de la firma, estos recipientes herméticos incorporan el sistema ColorClip, que consiste en un siete colores distintos, para identificar de forma muy sencilla y completamente segura cada envase y su tapa. Una información con múltiples utilidades, como realizar clasificaciones en función de las necesidades de cada establecimiento, identificar el área de trabajo en la cocina, la rotación de alimentos, el día de la semana o el destino final.Y en especial para evitar la contaminación cruzada, asegurando que el contenido sea siempre de la misma naturaleza.
Otras ayudas en la cocina que disponen estos recipientes son la etiqueta permanente de trazabilidad y los asidores laterales para facilitar el manejo y transporte.
Destacan también otras características de toda la gama, como sus cantos redondeados para evitar que se acumulen restos y facilitar el vertido de líquidos, el texturizado en esquina y bases para proteger roces, la regleta de medición grabada, la forma apilable…