El Programa Europeo de Promoción de las DO de Jerez, Manzanilla de Sanlúcar y Vinagre de Jerez arrancó en 2020 para aumentar la competitividad y el consumo de los productos agrícolas de la Unión Europea con Denominación de Origen Protegida ilustrados por los vinos de Jerez DOP, Manzanilla de Sanlúcar DOP y Vinagre de Jerez DOP.
Las DO de Jerez, Manzanilla de Sanlúcar y Vinagre de Jerez asumen, con este programa, el reto de conseguir incrementar el grado de conocimiento del Sello de Calidad DOP por parte del consumidor. A través de esta estrategia de comunicación se potenciará el mensaje de que una Denominación de Origen protegidaes mucho más que un origen, asociándolo a un producto de calidad garantizada, auténtico y tradicional.
Consejos para disfrutar de los Vinos de Jerez
Para ayudar al consumidor final a la hora de disfrutar de estos vinos, difíciles de entender en un principio, las DO de Jerez, Manzanilla de Sanlúcar y Vinagre de Jerez presenta la guía práctica nos ayudará a aprender a disfrutar y apreciar estos vinos como se merecen:
1. Tipos de Vinos de Jerez. Existen 9 tipos de Vinos de Jerez: Fino, Amontillado, Oloroso, Palo cortado, Pale Cream, Medium, Cream, Moscatel y Pedro Ximénez. Los hay muy secos o muy dulces: desde ligeros y salinos hasta cremosos y aterciopelados. Descubrimos las dos tipologías principales:
- El Fino, el rey de las comidas: versátil, fresco y salino. Potencia los sabores y hace que cada comida sea mejor, una fiesta en tu paladar.
- El Cream: un semidulce elegante y aterciopelado. Un aperitivo perfecto y refrescante, sírvelo con hielo y naranja y triunfarás con tus amigos.
2. La versatilidad y la variedad de los Vinos de Jerez es lo que hace posible que puedan acompañar una comida completa, desde el aperitivo hasta el postre. Las opciones de maridaje que ofrecen estos vinos son infinitas, son capaces de ensalzar los sabores de los platos más complejos y ofrecerles maridajes que otros vinos sencillamente no pueden, por eso son los preferidos de chefs y sumilleres de todo el planeta.
3. Cómo empezar a beber Vinos de Jerez, lo mejor es empezar por el Fino, vino con una crianza biológica bajo velo de flor de al menos dos años, un vino fresco y salino: el rey del maridaje sin duda. Simplemente con unas almendras u olivas son un festín para el paladar. Si lo acompañas de sushi vas a enamorarte para siempre.
Después, para profundizar en la degustación, pasaríamos a los vinos de crianza tradicional, los amontillados, olorosos y palos cortados. Se trata de ir avanzando en la línea de envejecimiento hasta descubrir las joyas de crianza extrema que guarda el Marco de Jerez. Seguir este orden ayuda a comprender mejor la evolución en el tiempo de los jereces.
4. El jerez, siempre fresco. Dependiendo de la época del año y de los gustos personales, los Vinos de Jerez deben servirse siempre bien fríos: entre 9ºC para el Fino y 12ºC para el resto. Cuidar la temperatura de servicio es fundamental para que el vino se comporte y se exprese en plenas facultades. En líneas generales, sirviéndolos así dispondremos de cierto margen para que estos vinos ganen temperatura en la copa y podamos disfrutar de sus características genuinas. De igual manera, se pueden combinar con bebidas refrescantes en verano, poniéndoles hielo o utilizándolo como ingrediente estrella tanto para la elaboración de cócteles clásicos o los más vanguardistas e innovadores.
5. Copas para los vinos de Jerez. Lo ideal es servir el vino en copas amplias de vino blanco para que este respire y pueda ofrecer todas sus bondades. Esto hará que se puedan apreciar todos los aromas del vino.
6. Maridajes con vinos de Jerez. Otra buena idea para comenzar a disfrutar de los Vinos de Jerez es acompañarlos con un plato. Un fino o un amontillado junto a una tabla de quesos variada es una buena idea para descubrir cómo cada tipo de vino aporta a cada queso sensaciones diferentes. Otras pistas fáciles de maridaje son finos con mariscos, ensaladas, frituras y sushi; amontillados con carne y platos especiados o picantes; olorosos y palos cortados para guisos y recetas de cuchara; y jereces dulces o semidulces como postre en sí mismos o para acompañar helados cremosos o tartas de queso o chocolate.