1º.- Impulsar un proyecto, no significa ser el idóneo para gestionarlo.
Pero la gestión de un negocio o empresa por parte del emprendedor o empresario, “requiere de más variables, como estructura, procesos, métodos de trabajo, financiación, logística, etc. Y para todo ello se necesita por supuesto experiencia, conocimiento y formación, pero, además, método y foco… Así pues, el problema está en que, en muchas ocasiones, el gestor no dispone de tiempo, por la carga de trabajo del día a día, para centrarse en lo que es verdaderamente importante… en su responsabilidad”, afirman desde Linkers.
2º.- La delegación de funciones, una mezcla de confianza y capacidad de la persona responsable.
“Probablemente sea de los primeros temas a tratar en la reestructuración de una empresa hostelera cuando se habla con la Propiedad. Pero tan importante es admitir y saber que hay que delegar funciones, que quitan tiempo y recursos de análisis y toma de decisiones a los propietarios, como elegir correctamente a la persona que va a asumir esas responsabilidades”, declaran desde la empresa.
“Las personas de confianza lo son… hasta que dejan de serlo”, añaden.
3º.- Los negocios de más éxito demandan cambios recurrentes de estructura.
“Para vender no solo hace falta tener personas de trato directo con el cliente; hay que tener equipos homogéneos, formados, motivados y eficaces de manera constante”, declaran.
4º Para analizar con objetividad, necesitas una visión externa.
“Cuanto más dentro de operaciones estás, y la relación constante con los equipos, puede influir en tu objetividad a la hora de evaluar los cambios a realizar”, afirman desde Linkers.
“Es por eso que una visión objetiva, carente del desgaste diario con los equipos del negocio, las frustraciones de resultados de tiempos pasados y experiencia en como ejecutar cambios de estructura, es sin duda imprescindible para realizar con éxito este proceso vital para la empresa”, añaden.
5º Los cambios en el organigrama y procesos de trabajo son obligatorios para todos.
“Una vez aceptado que necesitamos dar un cambio a la estructura de nuestro negocio, debemos encontrar a las personas idóneas que nos acompañen y realizar una propuesta de cambio que nos satisfaga. Es decir, el empresario es quien debe ser el primero en enarbolar ‘la bandera del cambio’, dar ejemplo, y motivar al equipo, ser los primeros que se adapten a este nuevo escenario. Pero siendo sinceros…esto no siempre es así”, concluyen desde la empresa.