Con este reconocimiento son ya tres las bodegas de Masaveu Bodegas -Murua, Pagos de Araiz y Fillaboa- en tener este certificado, que pone en evidencia la apuesta del grupo bodeguero por la sostenibilidad.
La certificación SWfCP, creada por la Federación Española del Vino (FEV), permite evaluar el compromiso de las bodegas en la lucha contra el cambio climático y su apuesta por la sostenibilidad, actuando en cuatro ámbitos en concreto como son la reducción de gases de efecto invernadero (GEI), la eficiencia energética, la reducción de la generación de residuos, la gestión correcta del agua, así como su uso responsable y la eficiencia energética.
Wineries for Climate Protection es la primera y única certificación específica para el sector del vino en materia de sostenibilidad medioambiental y su objetivo es situarse como referente internacional en el ámbito vinícola y medioambiental, buscando soluciones y mejores prácticas para las bodegas.
Con esta bodega de la D.O. Rías Baixas son 81 las bodegas con esta certificación en toda España, cinco de ellas en la provincia de Pontevedra.
Esta certificación demuestra el compromiso medioambiental de la bodega de forma sólida y cuantificable. La certificación WFCP permite evaluar el trabajo de las bodegas en la lucha contra el cambio climático y su apuesta por la sostenibilidad, actuando en cuatro pilares básicos de su actividad: la reducción de la huella de carbono, la eficiencia energética, la gestión del agua y la reducción de residuos.
Reducción de gases de efecto invernadero
Son varias las acciones y medidas desarrolladas por Bodegas Fillaboa que le han valido la obtención de esta certificación. Entre ellas está la reducción de los gases de efecto invernadero y la puesta en marcha de un plan de acción encaminado a la optimización de la demanda de energía y gestión del uso, la eficiencia energética, así como mejoras en la tecnología y en los procesos.
El plan de reducción ha sido diseñado para garantizar una disminución cuantitativa de las emisiones de gases de efecto invernadero y, en consecuencia, la reducción de la huella ambiental, con la instalación fotovoltaica y la puesta en marcha de buenas prácticas en bodega y viñedo como por ejemplo el uso del sistema phytobac diseñado para degradar los efluentes fitosanitarios por medio de un lecho biológico.
Asimismo, la bodega ha puesto en marcha un plan de reducción de los consumos hídricos con mejoras en la tecnología y en los procesos, e implementado un plan de reducción de residuos con la reutilización de corchos desechados, el uso de film reciclable y de botellas más ligeras.