El nuevo sistema de filtración de Brita se llama Proguard Gastronomy 200 y funciona por ósmosis inversa (OI). Tiene una potente tasa de flujo de 200 l/h a una temperatura de entrada del agua de 25 °C y de 140 l/h a 15 °C, así como una doble membrana de OI. Se trata de un diseño de gran caudal pensado para cocinas profesionales que requieren un flujo constante de agua desmineralizada para la limpieze de cubiertos, artículos de vidrio y vajilla. Además, recupera el 50% del agua, lo que también supone un ahorro de dinero.
El sistema cuenta con un prefiltro de bloque de carbono para la retención de partículas de 5 μm que junto con el filtro de gran caudal, reduce los sedimentos y elimina hasta un 97% de las sales presentes en el agua. Así, funciona como defensa contra la cal, los sedimentos de yeso y sustancias corrosivas causadas por elevados niveles de cloruros y sulfatos.
"Por otro lado, en el ámbito de los equipos profesionales de cocina, el vapor desempeña un papel esencial. Sin embargo, la variabilidad en las condiciones del agua requiere de filtros específicos adaptados a las condiciones particulares del agua en cada caso, ya que ésta puede presentar características de dureza o corrosión distintas. Obtener agua con un filtrado impecable y de manera ajustable directamente del suministro público supone más eficiencia, más rentabilidad y mayores beneficios operativos para los sectores de la gastronomía, la producción alimentaria y la limpieza de cocinas industriales", destacan desde Brita.