Los establecimientos de hostelería son una parte fundamental del tejido empresarial español. Una de las herramientas más importantes para protegerlos y garantizar la viabilidad del negocio es el seguro. Pero, a la hora de firmar una póliza, es esencial que todos los datos sean claros y estén verificados por el cliente.
La precisión en la información suministrada no solo garantiza la validez del contrato, sino que también protege al asegurado de posibles inconvenientes futuros. Errores o ambigüedades en los datos pueden dar como resultado primas erróneas, indemnizaciones insuficientes y coberturas o garantías mal contempladas.
Por ello, desde Mapfre se insiste en la importancia de una revisión meticulosa del contrato y en la necesidad de claridad en cada detalle del documento para asegurar los derechos y responsabilidades del asegurado y de la aseguradora. Con este fin, la compañía ha sido pionera en el sector con la incorporación de fotografías de ejemplo dentro del Condicionado General del Seguro Multirriesgos de Comercios. De esta forma se mejora el problema más importante, las inexactitudes en la declaración de protecciones contra robo. Estas imágenes muestran los distintos elementos de protección que puede tener un local, o los materiales, etc. para ayudar al cliente a identificar qué debe incluir en su declaración.
Asimismo, y para facilitar la mejora de la contratación a sus clientes, Mapfre ha analizado más de 600 expedientes de siniestros que revelan los 5 errores más frecuentes a la hora de contratar un seguro para un comercio (como puede ser un establecimiento de restauración o catering) y que se detallan a continuación.
1. No declarar adecuadamente las protecciones contra robo existentes
Es muy importante que los clientes se aseguren de que las protecciones que se han incluido en la póliza corresponden con la realidad. Los locales que tienen niveles altos de protecciones (cierres metálicos, alarma, puertas con más de dos puntos de cierre con el marco) se benefician de importantes descuentos. Por este motivo, cuando sucede el siniestro, y no todos los huecos están protegidos o las protecciones no se corresponden con su definición, se aplica la regla de equidad.
La regla de equidad se usa cuando existe alguna variación en el local que hubiera hecho pagar más prima de la cobrada, por ejemplo, declarar en póliza que el local tiene extintores y se verifica que no los tiene tras un incendio. En el ejemplo, si la prima cobrada tenía un descuento del 10% por tener extintores, la indemnización se vería reducida también en un 10%. Este es uno de los mecanismos que se aplica para compensar la insuficiencia de primas en caso de un siniestro y que el riesgo identificado no corresponda con el contratado. Hay que tener en cuenta que la prima ha de adecuarse a los factores que conforman la tarifa.
2. No controlar las sumas aseguradas correspondientes al edificio (denominado continente) y al mobiliario, maquinaria y existencias (denominados contenido)
Los capitales asegurados los establece siempre el asegurado, y antes de la firma del contrato que le vincula a la aseguradora debe verificar la exactitud de lo que contrata, que debe ser real. Dado que el sector asegurador es uno de los más regulados, si en caso de siniestro las sumas contratadas son inferiores, se aplica la regla de infraseguro, otro de los mecanismos establecidos por ley para garantizar la solvencia al colectivo de los asegurados.
La regla de infraseguro se utiliza cuando los capitales declarados en la póliza son inferiores a los identificados en el siniestro. En ese caso, la compañía indemniza en la misma proporción en la que está asegurando. Por ejemplo, si un local declara que tiene 10.000€ de existencias, y tras un siniestro el perito verifica que hay 20.000€, la indemnización se reducirá en el 50% ya que, con 10.000€, la compañía solo está asegurando la mitad de lo que hay realmente en el local
Una de las cuestiones importantes es que no sólo basta con declarar correctamente las sumas al inicio de la póliza, sino que al menos en cada vencimiento hay que revisar si ha existido aumento de capitales, por ejemplo, debido a reformas en el local o aumento de volumen de existencias por incremento de negocio
3. No informar adecuadamente de detalles de la ubicación del riesgo
Cuando un cliente va a rubricar la póliza debe comprobar si es correcta la ubicación de su negocio incluida en el contrato, ya que, por ejemplo, un local dentro de un edificio de un centro comercial implica una menor prima, al contrario que en el caso de estar en un polígono industrial, que implica un recargo. La inexactitud de este hecho conllevaría también la aplicación de la regla de equidad.
4. No confirmar el régimen de propiedad del local
Este dato es importante ya que el hecho de que el local se explote como inquilino o como propietario tiene relación, entre otras, con el alcance de las coberturas del edificio o continente, con el mobiliario, con la responsabilidad civil y, por tanto, con la prima. Igualmente, una declaración inexacta implica aplicación de la regla de equidad.
5. No detallar la existencia de materiales combustibles o de no sólida construcción
Muchos clientes que contratan el seguro para su negocio no revisan bien la información incluida y pasan por alto la existencia de materiales combustibles como vigas de madera o paneles sándwich usados en los tejados o cámaras de frío (consiste en dos chapas metálicas entre las que hay un material combustible). Asimismo, la existencia de materiales débiles en las paredes o en los tejados como planchas de fibra de vidrio, uralita o chapa metálica simple, implican una prima mayor, por lo que, si no se declaran, en caso de siniestro también se aplicaría la regla de equidad
En conclusión, la adecuada contratación y gestión del seguro es fundamental para la continuidad del negocio. Y es importante que tanto el mediador como el cliente determinen correctamente cada elemento a asegurar.