El proyecto ha sido liderado por la interiorista, María Villalón, de Villalón Studio, autora también del ‘El Garaje del Club de Cosecheros’ de La Rioja Alta en Haro. “El resultado final ha permitido crear un nuevo concepto global de enoturismo en un lugar muy especial entre cepas y en el que cada rincón y cada detalle decorativo transmiten elegancia, atemporalidad, personalidad y emoción”, aseguran.
Desde Rioja Alta describen el proyecto como la esencia de un proyecto en el que destaca la creación de unos espacios singulares para el máximo disfrute de los visitantes, entre los que destacan los nuevos salones y sala de catas y reuniones, un nuevo comedor privado o el winebar y tienda, con grandes ventanales y vistas directas a la nave de barricas.
María Villalón considera que “la nueva ‘Casa Áster’ “es el hogar de una familia profundamente conectada con el arte de la viticultura, ubicado en el corazón de la Ribera del Duero. Forjado con la ilusión, sabiduría y paciencia propias de la elaboración del vino, este proyecto rinde homenaje a la esencia del lugar. Cada espacio respira la autenticidad de sus materiales y la calidez de la luz que lo envuelve, combinando tradición y modernidad para realzar la elegancia y calidad que define a este proyecto”.
Un diseño que se ha inspirado en “el carácter único y sobrio del territorio: relieves suaves, un clima exigente que perfecciona la maduración de la uva, y suelos arcillosos que aportan fuerza y carácter. Cada detalle arquitectónico dialoga con la tierra que lo acoge, traduciendo esa conexión en un interiorismo de gran sutileza”. En definitiva, un escenario óptimo para el disfrute sosegado de una copa de los tres vinos -Finca El Otero, El Espino y Áster- que actualmente componen el catálogo enológico de esta bodega de Ribera del Duero, dirigida técnicamente desde el pasado año por Miguel Muela.
En la nueva oferta enoturística de Áster sobresale su visita guiada por la bodega y viñedos, que incluye la variante Premium, la posibilidad de disfrutar de un picnic entre cepas o de una comida maridaje elaborada por el propio equipo de cocina de la casa y servida en el nuevo comedor con capacidad para 16 personas. “Así mismo, Áster también ofrece la opción de realizar una reunión de trabajo, una cata organizada o de degustar vinos por copas y tapas e, incluso, una inolvidable estancia con familiares o amigos en las cinco habitaciones disponibles con vistas a los diferentes viñedos de la propiedad”, explican.