Cambio de hábitos alimenticios.
Cuando se habla de tendencias en el sector alimentario, tiene sentido empezar por el consumidor. Actualmente hay dos tendencias interesantes: por un lado, los baby boomers, una generación nacida entre 1955 y 1964, tiene tiempo y mayor poder adquisitivo para salir a comer fuera, está abierta a nuevos conceptos y gustos. Pero también exige calidad y transparencia. Por otro lado, las personas nacidas en 1997 o más tarde, las generaciones Z y Alfa, apuestan por formas de alimentarse distintas, por lo que hay potencial para conceptos alimentarios nuevos.
Más que una comida: la experiencia importa.
Cuando alguien visita un restaurante, tiene que ser algo especial. Es más importante que nunca que los restauradores sean buenos anfitriones y creen experiencias, aportando su toque personal. Comer es algo emocional y los clientes quieren sentirlo aún más cuando van a un restaurante que cuando comen en casa o de viaje.
Preparados para el futuro: nuevas tecnologías para una mayor eficiencia.
Si nos centramos en el sector de la restauración, la escasez de mano de obra cualificada, presiones de costes y mayores exigencias de los clientes son lo que ha impulsado a los y las profesionales del sector en los últimos años a estar abiertos a las nuevas tecnologías.
Por ejemplo, con equipos de cocción inteligentes que consigan siempre el mismo resultado deseado, incluso sin supervisión, como el iCombi Pro, la iVario Pro de Rational o los softwares digitales de gestión de cocinas, como la aplicación ConnectedCooking, se puede lograr un ahorro significativo de tiempo, agilizar las operaciones y, en última instancia, seguir siendo sostenibles.
En 2025, el sector se enfrentará a cambios interesantes: los consumidores exigen transparencia, calidad, y nuevas propuestas que les sorprendan. Es importante que se responda con flexibilidad a estas diferentes necesidades, que los restauradores y restauradoras impresionen con su oferta y sus nuevos conceptos, y que estén abiertos a las tecnologías actuales.