Creado a partir de trigo y avena cultivados en Álava principalmente, se elabora al estilo tradicional: de forma manual y con masas madres cultivadas por panaderos artesanos.
Es un pan de forma y aspecto irregular muy sabroso y crujiente, sin acidez en boca y con un aroma que recuerda a cereal y conecta con los aromas propios de la tierra, de la madera...La miga es alveolada y muy esponjosa con la corteza agradable y suave.
Su color se encuentra en la gama de los tostados y los dorados intensos. Su sabor y aroma son de larga duración, lo que facilita su identificación. Además, se mantiene en condiciones idóneas para el consumo durante largo tiempo.
Se comercializa en formato hogaza y barra.