Elegancia, frescor y personalidad son los primeros rasgos que podemos encontrar en su aroma, y que nos trasportaran a una zona fresca de elaboración.
Flores frescas, notas verdes elegantes con un punto se semillas tostadas de hinojo que le da una complejidad inesperada para un vino sin crianza en barrica.
En boca destaca su fresca acidez que acompaña al vino de su principio a fin haciéndolo largo y muy sabroso. Sin aristas, redondo y nada agresivo.
Para beber ahora o dejarlo un par de años para que se desarrolle en aromas y estructura en boca ya que el vino tiene la suficiente calidad para aguantar perfectamente ese tiempo con una buena conservación.
De la bodega Matias i Torres (DO La Palma), este vino –como todos los de esta empresa canaria– son distribuidos por Meddis en la península. Uvas locales como la albillo, la malvasía aromática o la negramoll tienen en manos de su enóloga y propietaria Victoria Torres un añadido al que expresan esos terrenos pobres volcánicos y de cenizas de las últimas erupciones. Un entorno que da un perfil único a los vinos.