Creado en distintas bodegas del país, Gïk, el vino azul, se elabora mediante una mezcla de uva tinta y blanca, a las que se añaden dos pigmentos orgánicos (uno que incluso se encuentra en la propia piel de la uva tinta).
Comercializado por cinco veinteañeros españoles sin ninguna relación con el mundo del vino, Gïk se ha convertido en un gran atractivo para los clientes, que se ven sorprendidos por el color. En boca es suave, dulce y fácil de beber.
Desde su lanzamiento hace un año se han vendido más de 70.000 botellas y más de 400 negocios lo tienen en sus estanterías. Ya están presentes incluso en establecimientos de Alemania, Suiza, Francia o Reino Unido
Sus creadores afirman que su vino azul "no se adapta al gusto de expertos catadores ni entendidos del sector, sino al de personas normales". Lo venden a través de la web www.gik.blue, donde cuentan con una sección específica para negocios, la Business Zone, en la que los se pueden encontrar precios especiales para hostelería.