Sierra Nevada elabora este especial condimento de forma artesanal a partir de aceite extra virgen de Andalucía y 10 gramos de Carolina Reaper seco que es equivalente a 100 gramos de chili fresco en cada botella.
La compañía cultiva este chili en sus fincas, y los seca lentamente para no perder el sabor que solamente da un Reaper.
El resultado es, según definen, un aceite "brutal, infernal y rico", ideal como aderezo picante para pizzas, pastas, platos mexicanos...