Según el último estudio del Ministerio de Energía, Turismo y Agenda Digital sobre la demanda energética de los establecimientos de hostelería, el 75% del consumo se produce en las instalaciones térmicas (cocina, agua caliente sanitaria, calefacción, climatización o lavandería).
Con el gas butano y propano de Repsol se pueden alimentar todas estas instalaciones, simplificando la gestión de la energía al utilizar un solo combustible y con todas las garantías desde su origen.
Además, la tecnología a gas obtiene un gran rendimiento de los equipos, reduciendo el consumo de combustible y las emisiones de CO2, alargando su vida útil (gracias a que apenas genera residuos) y permitiendo una disminución del consumo de electricidad y de la potencia eléctrica contratada. Solo se paga por lo que se consume.
Las soluciones a gas logran también un importante ahorro energético, tanto en proyectos de nueva construcción como en reformas de locales ya existentes, y garantizan:
• Un bajo impacto ambiental local, reduciendo las emisiones de CO2, y alta compatibilidad con las energías renovables, que permite el equilibrio técnico-económico y asegura el abastecimiento energético sin interrupciones.
• Alta compatibilidad con las instalaciones existentes, en particular en procesos de rehabilitación, teniendo en cuenta equipos que pueden seguir siendo utilizados tras llevarse a cabo las mejoras necesarias.
El agua caliente sanitaria (ACS) es uno de los principales usos en los alojamientos. Además de poder producir agua caliente mediante una caldera y el clásico tanque de acumulación del agua, el gas butano y propano de Repsol permite producir agua caliente en el momento en el que se demanda y a la temperatura deseada mediante un calentador instantáneo de gran caudal, lo que facilita la instalación individualizada de los puntos de necesidad del agua, disminuye las pérdidas de distribución y evita el uso del acumulador (disminuyendo el riesgo de aparición de legionella en la instalación).
Tecnología a gas para distintos servicios de hoteles
Si el establecimiento dispone de calefacción, el gas butano y propano de Repsol se puede utilizar en calderas de condensación de alto rendimiento, que consumen sólo la cantidad de gas necesaria, requieren poco mantenimiento y tienen una gran fiabilidad.
En el caso de establecimientos que dispongan de piscina climatizada o spa, la tecnología a gas dispone además de soluciones de climatización con bomba de calor, tan fiables como las eléctricas y con la ventaja de que aprovechan el calor residual para producir ACS sin coste energético.
Y, por último, un uso menos conocido pero muy interesante para un hotel es la lavandería: la tecnología a gas actual permite precalentar el agua con una caldera de condensación para la lavadora y utilizar quemadores de alta eficiencia en equipos de secado y calandras de planchado que evitan mejor las pérdidas de calor que los sistemas eléctricos convencionales.
Repsol, un aliado para la energía eficiente en hoteles
Dotar a un establecimiento de recursos energéticos tiene cierta complejidad técnica y unos costes importantes. Por ello, Repsol pone a disposición de sus clientes herramientas para ayudar a poner en marcha estas soluciones energéticas.
Así, la compañía cuenta con una extensa red comercial propia de más de 100 profesionales, para estar cerca de sus clientes, y trabaja con más de 250 empresas instaladoras entre Península y Baleares para la implantación de su solución energética.
Además, tanto en soluciones de nueva construcción como en rehabilitación energética de establecimientos, Repsol ofrece a sus clientes la posibilidad de financiar sus proyectos con unas excelentes condiciones, llegando a asumir el coste de los intereses si la operación no supera un importe de 12.000 euros y un plazo de 12 meses.
Finalmente, Repsol cuenta con la mejor red logística que garantiza el suministro de gas butano y propano en cualquier lugar de la Península y Baleares.
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