Fruto de décadas de experiencia y el aprendizaje adquirido de generación en generación, la familia Hernández (Beher) selecciona de entre sus mejores animales las piezas más exclusivas.
Estas piezas, debido a sus características raciales, presentan una caña de forma alargada y estilizada con una grasa dorada y fluida en su parte externa, mientras que en su parte interna muestra un aspecto rosado y fundente que inunda la boca con matices intensos y prolongados
Son curadas en bodega natural y seleccionadas una a una buscando una curación homogénea en toda el jamón y exigiéndonos de 32 a 40 meses de curación.
Así se logra un producto único por su sabor, aroma y textura, con una tonalidad rojo cereza brillante, delicadamente entreverado.
En nariz reconocemos aromas intensos y agradables. En boca tiene un bouquet envolvente y mantenido con un toque de dulzor característico de Beher debido a una reducción en el tiempo de salazón y larga maduración, consiguiendo un producto más saludable, sabroso y agradable al paladar.