La marca vasca Casa Eceiza ha sabido mejorar con maestría pastelera la clásica receta de la torrija de toda la vida, utilizando brioche en lugar de pan. Como consecuencia, surge una melosa textura y un sabor delicadamente dulce, acentuado por su acabado caramelizado.
El resultado es un postre clásico mejorado, que provoca una atracción visual inusitada por su textura y color y en boca deleita a los paladares más exigentes.