La temporada de las tostadas de crema arranca el 2 de febrero con la celebración de las “Candelas” ; una fiesta muy antigua y extendida en el mundo rural vizcaíno. En ese día, se llevaba a bendecir a la iglesia las velas que se usarían durante el año en el caserío, en días de tormenta o ante otras amenazas, para salvaguardar el hogar. Tras la misa, y a modo de celebración, todos los asistentes tomaban tostadas de crema.
Siguiendo la costumbre, en el obrador de pastelería Bizkarra están ya elaborando este dulce, según la receta familiar que han seguido tres generaciones anteriores, con distintas modificaciones, según la época.
“Mi amama aprendió a hacerlas en las monjas de Zugutzu, únicamente con harina, azúcar y leche, como se hacía en aquel entonces y fue mi ama, quien mejoró la receta consiguiendo una mejor textura y sabor; por lo que para mi fue bastante fácil aplicarlo en nuestro obrador para que nuestros clientes puedan disfrutar de las tostadas de crema mas caseras y auténticas”, aclara Eduardo Bizkarra.
Se trata de una receta sencilla en cuanto al proceso de elaboración pero que lleva su tiempo: hacer la masa, dejarla enfriar, cortarla, rebozarla, dejarla escurrir, adornarla con canela y anís…y también su “saber hacer” para que quede “perfecta”.
Cómo distinguir una tostada de crema sobresaliente
“La tostada tiene que quedar entera, pero al morderla se tiene que deshacer en la boca”. Para conseguirlo la textura de la crema tiene que ser la adecuada: “si está muy líquida no se puede trabajar bien y si está muy sólida no queda buena”.
Ahí es donde intervienen los matices de la elaboración para conseguir un buen resultado: el orden de mezclado de los ingredientes para que la masa quede homogénea, la cantidad de harina para que quede consistente pero no excesivamente, el grosor de la tostada….
Otros dulces de invierno
El invierno aúna en sus postres de temporada tradiciones muy diversas. Además de las tostadas de crema, en Bizkaia se elaboran desde hace casi seis décadas otras especialidades que recogen los sabores de temporada más antiguos. Entre ellos destacan las Txintxortas o Tortas de Chicharrón, un dulce unido a la matanza del cerdo y las Txarribodas. “Todavía me acuerdo cuando al horno antiguo de leña que hizo mi aitite traían las txintxortas de algunos caseríos para que se las cociéramos y un tercio era para el panadero” evoca Eduardo.
También las tortas y los macarrones de San Blas, los dulces unidos a la celebración en honor de este santo.